¿Cómo podemos fidelizar a clientes que no usan o tienen nuestra tarjeta de fidelización?

En muchas ocasiones nos centramos en fidelizar a los clientes que nos han dejado su “huella” mediante la tarjeta de fidelización y nos olvidamos de trabajar con el resto de nuestros clientes. La media de venta fidelizada se sitúa entre el 60% y el 75%, lo que implica que dejamos a una importante cantidad de clientes sin un programa personalizado de fidelización.

Por eso, resulta esencial aprovechar el momento caliente en el punto de venta, es decir, cuando nuestros clientes están realizando la comprar, y usar toda la información que podamos conseguir del consumidor que no usa nuestra tarjeta.
Una de las claves nos la proporciona la información del ticket de compra de ese cliente que no usa o no dispone de nuestra tarjeta de fidelización. Pero, ¿qué otros datos podemos conseguir de ese cliente para poder personalizar su fidelización en forma de cupón u otro tipo de contraprestación? Analicemos algunos ejemplos:
• Segmentación de clientes por los productos de su carro de la compra.
Podemos analizar el contenido de los carros de nuestros clientes en compras anteriores y segmentarlos en función de su contenido. La idea es “dime lo que compras y sabré a que segmento de clientes perteneces”.
• Segmentación de tiendas por su potencial de ventas basadas en la densidad poblacional y en la densidad de la competencia.
Conocemos las ventas de cada tienda y podemos saber la densidad poblacional y su información socio-demográfica mediante Bases de Datos externas. Por otro lado podemos conocer la ubicación de nuestra competencia en nuestro radio de acción y utilizar estos datos para elaborar una métrica que nos indique la densidad de nuestra competencia. Con toda esta información podemos clasificar las tiendas por su potencial de ventas e identificar y potenciar sus puntos fuertes al tiempo que se corrigen los débiles.
• Acciones promocionales en las tiendas.
En cada tienda conocemos las acciones promocionales que tenemos y a qué segmento de clientes van dirigidas. También sabemos en qué tramo horario y en qué día de la semana está comprando el cliente, con lo que podemos añadir características muy útiles al perfil del cliente. De esta forma es posible saber cómo orientar las acciones promocionales y multiplicar así su efecto sobre clientes.
• Dirección en la que viven nuestros clientes.
Pedir el código postal de su vivienda a los clientes es otra herramienta que aporta mucha utilidad para el proceso de fidelización. Con este dato conseguimos calcular la distancia al centro y su nivel de impacto en la competencia, pudiendo llevar a cabo diferentes acciones en función de esta información.
• Incorporar la experiencia del negocio en las decisiones de la promoción.
Es básico tener en cuenta la experiencia de las personas que llevan mucho tiempo trabajando y analizando el comportamiento de los clientes ante diferentes promociones. Esta experiencia nos ayudará a contrastar los resultados del modelo y aportar nuevas ideas para las próximas promociones.
Una vez que tengamos procesada y contrastada esta información, seremos capaces de establecer una serie de reglas para la asignación del cupón personalizado a nuestro cliente. De esta forma estamos ampliando nuestro programa de fidelización personalizada a un colectivo grande de consumidores que no habíamos contemplado a priori en nuestro programa de clientes que usan la tarjeta de fidelización.