Las suspensiones de pagos llegan al lujo

Las firmas que viven del lujo tampoco son ajenas a la crisis financiera que se vive a nivel mundial. Prueba de ello es la compañía de alta costura Cristian Lacroix que se ha visto obligada a presentar concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos) ante el Tribunal de Comercio de París.

Desde que en 2005 los hermanos norteamericanos Falic adquirieran la compañía al grupo francés LVMH, la firma apostó por el prêt-à-porter de lujo y por el mercado estadounidense, que ha resultado el más castigado por el contexto económico actual.

Esta situación llevó a Cristian Lacroix a perder diez millones de euros en 2008, acentuándose su déficit en este ejercicio, lo que le ha obligado a presentar el concurso de acreedores ante el tribunal parisino que se pronunciará esta semana sobre el futuro de la empresa.

Según ha expresado el presidente de la compañía, Nicolas Topiol, la intención es continuar con la actividad de la empresa a pesar de las dificultades inherentes a la crisis que han reducido notablemente los ingresos de la firma.