La tormenta Carrefour. El gobierno francés, contrario a la fusión. El Grupo, sorprendido por la anticipación

La posible fusión del líder alimentario francés Carrefour y el distribuidor canadiense Couche-Tard, acarrea en apenas unas horas una tormenta perfecta en Francia.

Las acciones de Carrefour castigadas en Bolsa, el gobierno francés contrario a priori a la fusión con una empresa extrajera, el propio Grupo Carrefour, sorprendido ante la comunicación por parte de Couche-Tard de unas negociaciones que están aún en fase de «conversación amistosa»

El primero en manifestar el malestar del Gobierno, sería el ministro francés de finanzas, al declarar su oposición a una posible fusión.  Apoyado por la ministra de Trabajo, Elisabeth Borne, que ha  declarado considerar  «importante» que el  líder francés mantenga su estrategia. «Estoy a favor de que no se cuestione la actual participación de Carrefour- ha declarado la ministra-  y de que Carrefour pueda continuar su estrategia, por lo tanto, mantengo mi oposición a  una adquisición».

Una oposición del Gobierno que ha sorprendido a Carrefour,  como también el Grupo,  ha mostrado su sorpresa por el lanzamiento informativo realizado por la cadena canadiense,  que califica como «prematuro· cuando aún las conversaciones eran solo «preliminares» y ni siquiera el Grupo   ha decidido si «esta marca sería interesante» para él.

Más allá del fuerte impacto empresarial y en la opinión pública  que ha causado el hecho de una posible venta de Carrefour, el debate se centra hoy en la oportunidad o no de la intervención del gobierno.

¿Debe el gobierno intervenir en un tema puramente empresarial? ¿La entrada de una empresa extranjera en Carrefour pondría en peligro la soberanía alimentaria de los franceses?.

Las preguntas están en la calle y en las valoraciones de todos los analistas. La mayoría sorprendidos también. El tejido empresarial francés está lleno de compañías multinacionales, cuando no muchas son las empresas francesas que a su vez han absorbido a compañías de las más distintas nacionalidades.

Sin hablar de Amazon, lugar de compras online en el que adquieren sus productos de todo sector, la mayoría de los ciudadanos franceses.

Couche-Tard, no tan pequeño

Hasta ayer casi desconocido en Francia y en España, es un grupo canadiense nacido en Qubec hace 40 años. Con tiendas de alimentación especializada en productos de conveniencia, productos básicos, tabaco y carburante, cuyas ventas le aportan el 70 % de la facturación.

Cuenta con más  de 14.200 establecimientos en todo el mundo, incluyendo 9.261 tiendas en Norteamérica, con unos 109.000 empleados, así como otras 2.772 en Europa, principalmente en los países escandinavos, bálticos y Polonia, con unos 22.000 trabajadores.

Asimismo, gestiona otros 2.220 establecimientos en una quincena de países operados mediante acuerdos de licencia bajo la enseña Circle K.

Menor tamaño que Carrefour, pero en ningún caso  puede considerarse un «pequeño grupo» como se le está definiendo en los medios de prensa. Mucho menos si se considera su capitalización bursátil, que supera los 46.000 millones de dólares canadienses (29.600 millones de euros). Sin duda, mayor que la de Carrefour.