Supermercados y eficiencia energética. Mucho por hacer

iluminacion

Sistemas de climatización o iluminación o equipamiento de frío. Las instalaciones actuales de grandes cadenas de supermercados tienen aún mucho por hacer en materia de eficiencia energética.

La combinación entre la mejora tecnológica y la mejora en la gestión de equipos, sistemas de climatización e iluminación, puede traducirse en ahorros de hasta el 20% en el caso de los locales destinados a uso comercial y atención al cliente. Son datos extraídos de un estudio de Creara, empresa especialista en servicios de gestión energética externalizada, después de auditar más de 1.200 instalaciones de cadenas de supermercados y autoservicios.

Los valores de eficiencia que los supermercados pueden alcanzar poniendo en marcha las medidas adecuadas van a depender del tipo de instalación del que se trate: los locales de uso comercial pueden alcanzar valores de ahorro energético de entre el 10 y el 20%, mientras que para almacenes y centros logísticos el ahorro se sitúa entre un 5 y un 10%, según Creara quién establece diferencias entre unos establecimientos y otros dependiendo de distintos criterios.

En primer lugar, las diferencias de consumo según localización varía notablemente dependiendo de la zona climática donde se encuentren. De este modo, los valores de potencial de ahorro energético para superficies situadas en regiones como Asturias y Galicia se mueven en el rango 2-5%, mientras que en Madrid, Cataluña o Aragón se alcanzaría entre un 15-20%. En supermercados de Andalucía, donde el consumo energético debido a la climatización va a ser más importante, el rango estaría entre un 25% y un 35%.

distribucion_consumos

Balance energético

Supermercados y autoservicios se caracterizan por tener una alta demanda energética basada fundamentalmente en electricidad. Los sistemas de climatización e iluminación son los que se llevan una parte importante del consumo eléctrico, si bien el consumo de frío en neveras y cámaras es el mayor demandante de energía.

La climatización de los locales conlleva normalmente entre un 25% y un 40% del consumo de la instalación derivado del empleo de bombas de calor y enfriadoras. Los equipos de frío como neveras y cámaras, poseen un consumo entre el 35% y el 50% del total, elevándose hasta el 60% en instalaciones de logística y almacenaje derivado del uso permanente de estos equipos así como del sobredimensionamiento de los compresores.

La iluminación, por su parte, es el tercer gran consumidor de los supermercados, suponiendo entre el 15% y el 30% del consumo total de la instalación.

Es en este área donde las auditorías revelan que aún siguen utilizándose mayoritariamente lámparas fluorescentes convencionales con balastos electromagnéticos o proyectores con un importante recorrido de ahorro energético, aunque se han encontrado bastantes casos donde se ha renovado la iluminación recientemente incorporando tecnología LED. La sustitución de este tipo de iluminación por LED ha resultado rentable, con periodos de retorno simples de la inversión menores de tres años.

Ahorro en climatización
En cuanto a la climatización de los supermercados, una de las medidas más recomendadas es la desconexión de la resistencia eléctrica de la cortina de aire para reducir el consumo energético, manteniendo la impulsión de aire para seguir generando el efecto barrera entre el interior y el exterior del local. Esta medida resulta muy interesante pues tiene como resultado grandes ahorros sin necesidad de inversión.

En muchos casos, las bombas de calor utilizadas para la climatización poseen aún R-22 como refrigerante -prohibida su recarga desde 2015-. Sustituirlas por otras con refrigerantes permitidos es otra de las medidas recomendadas, si bien las inversiones difícilmente se justifican por la rentabilidad de la misma.

Finalmente otra de las medidas de ahorro de energía recomendadas en determinados casos es la instalación de variadores de velocidad en los compresores de grandes equipos de generación de frío para cámaras de congelados y frío positivo.

Por lo general, se ha detectado que estos equipos se encuentran dimensionados para saltos térmicos que no suelen darse salvo en pocas ocasiones a lo largo del año debido a factores climatológicos. De este modo, están las 24 horas del día los 365 días del año funcionando para condiciones climatológicas que no se dan en ese momento. En este caso es donde la inversión en variadores de velocidad permite alcanzar ahorros muy interesantes con periodos de retorno simple de la inversión muy cortos.