El retail moda, pionero en el salto del e-commerce al «a-commerce»

 

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El ecommerce sigue su escalada en todos los países del mundo. A pesar de que es un canal en el que aún queda mucho por hacer, la velocidad de la tecnología lleva al siguiente paso.  El poder de la Inteligencia Artificial está dando paso ya a una nueva era ecommerce. El a-commerce comienza a ser una realidad. 

Mucho por hacer en ecommerce y todo por descubrir en 2019. En el caso concreto del sector moda,  Brandsdistribution.com, líder mundial en la distribución online de moda entre profesionales con más de 274.000 clientes, retailers online y offline en todo el mundo (33.000 en España), han analizado la opinión de los empresarios del retail destacando las 5 tendencias más claras para el 2019

1. A-Commerce
Los eCommerces en 2019 se convertirán en A-Commerces, es decir, plataformas de comercio online completamente automatizadas y en las que la Inteligencia Artificial gestionará los procesos para optimizarlos y obtener un mayor rendimiento: logística, pedidos, atención al cliente, marketing, gestión del catálogo o  facturación.  Lo flujos de trabajo se automatizarán completamente detectando problemas y oportunidades antes de que se atisben y presentando distintos escenarios posibles de cambio para todos los departamentos del comercio online.

2. Luchar contra Amazon a través del dropshipping
Si en 2018 tanto las tiendas como las redes de distribución y las marcas se centraron en comenzar a crear sistemas logísticos de dropshipping para agilizar (y abaratar) la logística, en 2019 el dropshipping se convertirá en la opción más demandada tanto por los retailers online como offline para hacer frente al gigante americano.

Conseguir ser más competitivos en las entregas y reducir los gastos de almacenaje, operaciones y gestión de stock es vital para las tiendas para poder ofrecer un servicio de entregas más rápido y utilizar el dinero que antes se destinaba a la gestión del stock a la estrategia de marketing. De esta manera, el dropshipping permitirá en 2019 a los retailers disponer de más recursos económicos para la captación de nuevos clientes y la fidelización de los ya actuales y evitar la huida de consumidores hacia Amazon.

Para Brandsdistribution, el dropshipping, servicio que ofrece desde hace 5 años a los retailers, ha sido clave en la estrategia de negociación con dichos retailers quienes utilizan el dropshipping de la plataforma italiana para poder contar con stock de marcas de moda que Brandsdistribution se encarga de comprar, gestionar, almacenar e incluso enviar al cliente final.

3. Personalización en todos los puntos de venta.
Las estrategias de CRM (Customer Relationship Management) cobran más importancia que nunca en 2019. Quién sea capaz de personalizar las ofertas de acuerdo a cada consumidor, reconociéndole cuando interactúe con la marca en redes sociales, en la tienda online, en los puntos de venta offline (incluyendo los propios y los de los distribuidores) experimentará un aumento en la recurrencia de compra, en la cesta media y en la recomendación de los actuales clientes a los potenciales.

4. Adiós a Facebook. Si en 2018 Mark Zuckerberg y su equipo se focalizaron en aumentar la interacción de los usuarios de Facebook dentro de la red social, en 2019 la batalla pasará por evitar la pérdida de usuarios activos. Los cambios de algoritmo expulsaron primero a las pequeñas empresas que vieron cómo la visibilidad de sus posts caía en picado. En 2019 serán las grandes compañías las que reducirán sus presupuestos de marketing en Facebook como resultado de la “huida” masiva de usuarios de la red social. Mientras que Instagram parece ser el destino de los usuarios más jóvenes, la caída de Facebook representa una oportunidad para las nuevas redes que puedan captar la atención de los consumidores.

5. Las compras cada vez más éticas. El cómo y dónde son preguntas que ganan peso en el proceso de decisión de compra los consumidores. En 2019 cuestiones como la eliminación de materiales no reciclables en los procesos de producción de los productos, el grado de contaminación que estos generan y la aportación de las empresas a la sociedad serán muy importantes para conseguir que el consumidor decida realizar una compra. La ética se convertirá en punto de inflexión, ganando tanta importancia como elemento para inclinar la balanza como el precio del producto.