«Mindful eating» despierta los sentidos con la alimentación consciente

 

jornada Mindful

La vida acelerada y frenética está impulsando que los malos hábitos nutricionales sean habituales en la rutina diaria de la sociedad. Esto ha provocado que cada vez sean más numerosos los consumidores que intentan recuperar una alimentación más saludable que evite futuros problemas en la salud.

En la jornada  ‘Alimentación Consciente: Despierta tus sentidos’ se ha presentado la corriente nutricional Mindful Eating, derivada de la teoría Mindfulness. Una filosofía surgida en 1979  de la mano de Jon Kabat-Zinn,  que se basa en presentar atención a todo lo que haces y disfrutar de cada momento sin estar pensando en otras cosas.

Sobre esta base, Mindful eating consiste en la alimentación consciente, que “significa centrar nuestra atención completamente y en todo momento en lo que vamos a comer” como defiende la nutricionista Elisa Escorihuela, quién ha dirigido la jornada realizada por VI.P (Asociación de Cooperativas Hortofrutículas de Val Venosta) como parte de su campaña de difusión de la alimentación saludable. .

Mindful eating, como ha comentado la psicóloga Ksenia Rykhova, busca “darle atención a la comida que estamos comiendo, volver a unir cuerpo y mente”. Para conseguirlo Rykhova recomienda alejar elementos que nos distorsionan la concentración como puede ser la televisión, el ordenador o el móvil, “es importante que dediquemos 15 o 20 minutos en observar, oler, disfrutar y sentir las texturas de los alimentos que ingerimos”.

Para realizar adecuadamente la práctica de Mindful eating se debe cambiar incluso la forma de comprar la comida.  Rykhova recomienda, que a la hora de acudir a algún supermercado o tienda alimenticia, se tenga  consciencia de lo que se compra, y no caer en la tendencia consumista de “comprar por comprar”. Simplemente al adquirir algún producto, hay que “conocer quién lo ha producido y cómo ha sido el proceso de producción intentando buscar la mayor naturalidad”.

Como ejemplo de esta producción alejada de productos químicos, David Buttazzoni, responsable de Comunicación de VI.P Manzanas Val Venosta en España, ha recalcado el respeto con el que producen dicha fruta. Al mantener el procedimiento tradicional, los agricultores de la cooperativa siguen técnicas de cultivo integrado que les permite conseguir cosechas que no afectan al medio ambiente o a la salud humana durante su producción.

La cooperativa Manzanas Val Venosta nació en 1990 y representa a más de 1720 productores que cultivan más de 5.200 hectáreas en el Valle Venosta en los Alpes Italianos. La climatología de esta zona italiana es la que permite conseguir un producto de alta calidad, de sabor dulce, equilibrado y crujiente durante todo el año. Este microclima ofrece 300 días de sol al año y gracias a él, como comentó Buttazzoni en la jornada, “las manzanas adquieren ciertos tonos rojizos pese a que la variedad de la fruta sea verde”.