Mango extiende los plazos de refinanciación de su deuda y los vincula con criterios de sostenibilidad

La compañía textil vincula la financiación de su deuda a criterios sostenibles por primera vez en su historia

Mango ha acordado con su pool bancario extender hasta 2028 el calendario de vencimientos, previstos para 2022 y 2023,  de su principal préstamo sindicado, con un saldo vivo de 236 millones de euros.

La operación  supone la constitución de un nuevo préstamo por un importe total de 200 millones de euros, de los cuales 150 millones de euros se amortizarán de forma lineal hasta 2027.

Los otros 50 millones de euros corresponden a una línea de financiación que podrá ser utilizada hasta 2024 para inversiones en capex de la compañía y que, en caso de ser dispuesta, se amortizará en un único vencimiento bullet en 2028.

Mango ha logrado reducir el coste medio del préstamo respecto al coste del sindicado anterior y aún podrá verse incrementada esa rebaja al condicionar el precio del mismo a la consecución de objetivos sostenibles, entre otros indicadores. De ese modo se ha ligado el margen a los objetivos corporativos de uso de fibras sostenibles y reducción de emisiones de CO2 (alcance 1 y 2).

Adicionalmente, la compañía ha convenido con los bancos la posibilidad de duplicar la disponibilidad de líneas de financiación mediante dos pólizas de crédito (revolving credit facilities), por un importe total de 200 millones, que estarían disponibles en caso de que la compañía lo estimase oportuno.

Con esta operación, Mango consigue alargar el calendario de pagos de sus compromisos financieros, mejora el precio de su deuda, duplica la disponibilidad de líneas revolving de circulante e introduce criterios de sostenibilidad, uno de los vectores de desarrollo de la industria de la moda. En concreto, el compromiso pasa por alcanzar en 2025 un 100% de uso de algodón sostenible, poliéster reciclado y fibras celulósicas de origen controlado, así como reducir más de un 10% las emisiones de CO2.

Margarita Salvans, directora financiera de Mango, señala que “se trata de una transacción histórica para la compañía. No solamente hemos vinculado por primera vez el coste de la deuda a indicadores de sostenibilidad, sino que además hemos logrado extender el calendario de vencimiento, mejorado su coste, y a la vez hemos duplicado nuestra capacidad de financiación”.

CaixaBank ha liderado la transacción actuando como agente coordinador, banco agente y agente de sostenibilidad, además de ser uno de los tres bookrunners junto a BBVA y Banco de Sabadell. Los otros bancos participantes en la operación han sido Banco Santander, Erste Bank, Deutsche Bank, Ibercaja y Unicaja. El despacho Broseta en Barcelona ha actuado como asesor legal de la operación.

En su ejercicio  2021, la compañía cerró con una deuda neta negativa en ocho millones de euros, tras haber conseguido rebajar en más de 165 millones su deuda frente a 2020. Esta situación no se daba en el balance desde hacía más de una década. Adicionalmente a la refinanciación de deuda, ha liquidado la línea de crédito solicitada al Instituto de Crédito Oficial (ICO) al inicio de la pandemia. El total del importe solicitado en primavera de 2020 fue de 240 millones de euros, que la compañía nunca utilizó, pero que mantuvo en su balance por criterios de prudencia.

El pasado mes de diciembre,  Mango devolvió ya al ICO los primeros 120 millones de la línea de crédito y a día de hoy ha liquidado los 120 millones restantes de dicha línea de crédito.