Leche: del déficit al superávit

Hace seis meses el precio de la leche se disparaba en los lineales de los supermercados. La industria ante el déficit de materia prima a nivel mundial, estaba dispuesta a pagar más al ganadero. Ahora la situación ha cambiado, y el problema es que sobra leche.

En febrero el entonces presidente de la Federación Española de Industrias Lácteas, Nicolás López (director general de Mantequerías Arias), explicaba en una entrevista a DISTRIBUCIÓN ACTUALIDAD, que a pesar de que en España existe un déficit de 3 millones de toneladas de leche, si de repente llegara al mercado esta cantidad habría un exceso.

La razón, señalaba, es que las vacas no producen de forma lineal. Por ello, se registraría un superávit que en algunos casos sería muy alto, como en primavera, y un déficit pequeño en los primeros tres meses y últimos del año.

Esto explica el panorama actual que vive el sector. Mientras los ganaderos exigen precios “razonables” por su producto, la industria ve como la oferta de materia prima es alta y se aprovisiona a precios menores, aunque ello suponga acudir a leche importada.

La reacción de los ganaderos de las principales zonas productoras (Galicia, Cantabria, Asturias, León) ha sido cargar contra la industria y acusarla de traer leche de Francia a precios más bajos. Incluso algunos han amenazado con dejar de suministrar a las industrias.

Por su parte, desde la Federación Española de Empresarios Productores de Leche (PROLEC) han asegurado que, antes de promover un “parón” en el suministro, dialogarán con la Administración y las industrias para intentar llegar a un acuerdo.

Los productores de leche recuerdan que en estos momentos están soportando unos costes de producción de entre 0,41 y 0,43 euros/litro, con una tendencia al alza de los mismos, lo que indica que el sector está en pérdidas. Este nivel de costes se sitúa ya por encima del precio de la leche en origen, con una horquilla de 0,395-0,457 euros/litro, en función de la zona ganadera.

Desde Fenil se defienden y remarcan que es un error sobre todo de los sindicatos agrarios pensar que la industria quiere leche barata. “Lo que quiere es tener un aprovisionamiento razonable y competitivo. Ganaderos eficientes que mejoren su competitividad”.