La hostelería, ante un consumo menos impulsivo y más premeditado

Las nuevas exigencias de un consumidor, que ya no acude a los establecimientos de forma impulsiva, sino que lleva a cabo un consumo premeditado, requiere “más exigencias y organización que nunca por parte de los hosteleros”.

Las marcas de alimentación y bebidas no han sido las únicas en enfrentarse a un nuevo consumidor, derivado de la crisis sanitaria. También el sector hostelero, que se ha visto obligado a conquistar a un consumidor menos impulsivo y más premeditado, y en el que comprender su motivación resulta clave. 

Así lo ha expresado Javier Bonet, fundador de Sala de Despiece, en la cuarta sesión de Conversaciones #FUERZABAR, organizada por Heineken España, donde se ha analizado el desafío que supone conquistar a un consumidor cuyos gustos y demandas han cambiado de forma notable desde el inicio de la crisis. 

“En España se ha disfrutado siempre de un servicio de restauración más impulsivo. Ahora debe ser algo más estructurado y formado, no solo desde el punto de vista técnico, sino también sanitario”, ha declarado Bonet. 

Las nuevas exigencias de un consumidor, que ya no acude a los establecimientos de forma impulsiva, sino que lleva a cabo un consumo premeditado, requiere “más exigencias y organización que nunca por parte de los hosteleros. Entender la motivación que trae a nuestros clientes al local es esencial para aprender de ellos y mejorar su experiencia de consumo”. 

Digitalización

Lucía López-Rúa, directora de marketing de Heineken España, ha recordado la aceleración digital que ha traído consigo la pandemia, lo que ha forzado a la aparición de un consumidor más digital, que apuesta por servicios como el envío a domicilio de forma mucho más recurrente que antes.

Ha coincidido César Valencoso, consumer insights consulting director de Kantar España. “Hemos observado cómo algunas tendencias de consumo adquiridas durante el confinamiento, como el ecommerce 2.0, han llegado para quedarse”. 

No obstante, ya se perciben las primeras señales de recuperación del consumo fuera del hogar: “Las ocasiones de consumo fuera del hogar han empezado a crecer de manera progresiva, en detrimento de los momentos de consumo en casa, que han perdido fuerza a medida que se avanzaba en la desescalada”. 

Valencoso también ha incidido en el poder de la innovación como catalizador para atraer a este nuevo consumidor, ofreciendo como dato que, en un año tan atípico como 2020, la tasa de éxito de las innovaciones se ha situado en el 55%. 

Convivencia de la salud y la indulgencia

Rosario Pedrosa, gerente del área de estrategia comercial y marketing de AECOC, ha señalado, por su parte, que la pandemia no ha despertado de golpe el interés por un consumo saludable y sostenible. “Más bien, ha acelerado estas tendencias que hoy son compromisos urgentes e irrenunciables para mantener la competitividad”. 

Algo que han comprendido las compañías, ya que, según Pedrosa, a finales de año, el 75% de las empresas aseguraba que este año invertiría más en estrategias sostenibles, y la mitad afirmaba que incrementaría el gasto en conocimiento del consumidor”. 

Ha destacado, por último, el factor decisivo de compra que también resulta la indulgencia. “El 90% de los consumidores reconoce que, a pesar de llevar una dieta saludable, se permite caprichos. Además, un tercio de los consumidores admite que ahora picotea más entre horas que antes de la pandemia, y el 16% compra más productos premium”, añade.