El sector hortofrutícola ante la incertidumbre de la inflación y la normativa

El sector hortofrutícola camina hacia un modelo de explotación en el ámbito del Pacto Verde. Sin embargo, inicia el año con incertidumbre

Los productores y comerciantes de frutas y hortalizas frescas han comenzado el 2022 con una gran incertidumbre con respecto al sector. Un sentimiento amargo causado por la subida de los costes, la inflación, el marco de ayudas comunitarias y la aplicación real de la Ley de la cadena alimentaria y de la reforma laboral. 

A pesar de que en 2022, como afirma el director de la Federación de productores y exportadores de frutas y hortalizas (Fepex) José María Pozancos, finalizará el desarrollo normativo de la Política Agrícola Común (PAC); aún queda por ver cómo se regularán para la PAC 2023/27 las “intervenciones” en el sector hortofrutícola. Debido a que se encuentra prevista la revisión de la normativa sobre el reconocimiento de las organizaciones de productores y de los fondos y programas operativos. 

De esta forma, los fondos de recuperación europeos por la crisis de la Covid-19 deben ser usados como una oda a la optimización de la competitividad y el nivel tecnológico de las exportaciones. No obstante, para Pozancos, una de las “cuestiones básicas” para este ejercicio es ver cómo se formalizará la Ley de la cadena a las obligaciones comerciales de los principales mercados de destino exteriores; debido a que la normativa nacional es más exigente que la de otros países vecinos como Francia. 

Nuevo modelo de explotación

El sector hortofrutícola ha iniciado una transición hacia un modelo de explotación en el ámbito del Pacto Verde en línea de la decisión que marca Bruselas. Además, saber cómo se van a obtener de forma digital los certificados sanitarios para exportar al Reino Unido a partir del 1 de julio es otra de las cuestiones a resolver. 

Sin embargo, la inflación continúa siendo una de las preocupaciones principales del sector. De esta manera, la facilitación de “plataformas digitales colaborativas” serán clave para establecer medidas y acuerdos; que permitan el intercambio amplio de información, de cara a la planificación de las campañas. 

Preocupación del sector

El sector mayorista también tiene en el horizonte la preocupación de qué va pasar con los peajes de carreteras para los transportistas de frutas y hortalizas. Además, existe una inquietud sobre si la subida de precios va a frenar el crecimiento del consumo ganado en 2020 y si va a restar competitividad al producto nacional frente al de Marruecos.

A pesar de ello, Ándres Suárez, presidente de los mercados mayoristas de frutas y hortalizas de España (Coemfe), afronta este año con el deseo de que sea bueno pese a la incorporación de una serie de costes como el de las medidas sanitarias y las bajas laborales por la Covid-19 o la energía.