Alibaba y Amazon, líderes del comercio ambiental

Amazon Go, ejemplo del llamado comercio ambiental
Alibaba y Amazon, liderarán el campo del comercio ambiental, según el último estudio de Global Data

Dos grandes del ecommerce dominarán el llamado comercio ambiental. Alibaba y Amazon resultan las compañías mejor posicionadas para ofrecer con éxito a los usuarios una experiencia de compra sin fricciones que facilite el ‘grab and go’ (en español, coge y vete).

Así lo desvela el último informe ‘Semiconductor Scorecard’ de la consultora Global Data, tras haber analizado a un total de 57 empresas dedicadas a la fabricación de componentes electrónicos semiconductores. Entre ellos, AMD, Nvidia, Intel, Microsoft o Qualcomm.

El estudio predice que Alibaba y Amazon dominarán el sector en el ámbito del comercio ambiental (‘ambient commerce’, en inglés) en los próximos cinco años, gracias al uso que hacen de los sensores, la inteligencia artificial o la visión por computación para ofrecer al usuario una experiencia de compra sin fricciones. Esto es, entrar en un establecimiento, coger un artículo y pagar sin necesidad de pasarlo por caja.

La consultora pone como ejemplo de este tipo de comercio las tiendas Amazon Go, Hema de Alibaba o el establecimiento que la cadena de supermercados Sainsbury’s dispone en Londres y que el retailer inauguró el pasado mes de abril, donde los usuarios agarran un producto y lo pagan con tan solo escanear el código de barras con el smartphone. 

Detrás de Alibaba y Amazon, se sitúan Intel y Microsoft, y conforman así el grupo de compañías que liderarán el sector en su aplicación de comercio ambiental. De acuerdo con Cyrus Mewawalla, director de investigación temática de la consultora, este tipo de comercio se encuentra todavía en una fase conceptual. Sin embargo, “aquellas que prosperen en comercio ambiental serán las que tengan la data más actualizada sobre el comportamiento de compra en general y de sus clientes en particular”.

El comercio ambiental es una de las principales tendencias que afectarán a la industria de componentes semiconductores. Junto con los centros de datos, la computación de alto rendimiento, la inteligencia artificial, los vehículos autónomos, el internet industrial, los videojuegos, el 5G, las fusiones y las adquisiciones y la geopolítica.