Adiós a las librerías Crisol

El Grupo Santillana, propietario de la cadena de tiendas Crisol, ha tomado la decisión de cerrar este negocio por “no presentar posibilidades viables de crecimiento”. El cierre afecta a sesenta personas que trabajan en los tres establecimientos de la firma en Madrid y en su web.

Santillana cierra las librerías para centrarse en su principal negocio editorial y para mejorar sus márgenes operativos y, por tanto, sus resultados económicos.

Crisol empezó a funcionar como marca en el año 1987, y se desarrolló en el negocio de venta de libros y otros artículos de ocio cultural. En los últimos tiempos se ha visto afectada por la desaceleración económica actual, la reorientación, o casi desaparición, de los negocios de música y vídeo, como se entendían en el pasado reciente, así como la permanente caída del consumo en estos últimos meses.

Estos factores fueron minando su actividad hasta alcanzar en la actualidad una dimensión reducida que no presenta posibilidades viables de crecimiento, asegura el Grupo Prisa, propietario de la editorial Santillana.