Revuelo en industria y distribución en Francia ante el proyecto de ley sobre negociaciones comerciales

La gran distribución denuncia el proyecto de ley sobre negociaciones comerciales. La industria, aplaude

(Por Alicia Davara)

Un proyecto de ley sobre negociaciones comerciales anuales, en discusión estos días en el Parlamento,  desata la polémica en Francia.

Distribuidores y fabricantes protagonizan una batalla desde hace semanas en torno al proyecto de ley.  Un «texto explosivo» denuncian los primeros, que será llevado a discusión la próxima semana, aún con el propio parlamentario que lo lidera dispuesto a hacer algunas concesiones en su articulado, aconsejado  en este sentido por el propio gobierno.

El proyecto de ley es liderado por el parlamentario Frédéric Descrozaille, de Renaissance, un partido político francés lanzado en La République en Marche   ( LREM ).

Bautizado como «EGAlim 3», (como continuación a la ley EGAlim de 2018, que asegura un precio justo a los productores y limita las promociones) el proyecto de ley aborda las negociaciones anuales entre fabricantes y distribuidores.  Algo que «podría acelerar el aumento de los precios en los  supermercados», señalan los distribuidores, mientras los fabricantes dicen que estarán obligados a repercutir el aumento en su coste de producción.

Los distribuidores se manifiestan públicamente. “Es una ley pro inflación, pro multinacional, pero sobre todo negativa para el consumidor. Va a explotar”, declaraba esta semana  Michel Biero,  director ejecutivo de compras, marketing y comunicación de Lidl Francia,  criticando así  el proyecto de ley validado el pasado miércoles y que irá a discusión en sesión plenaria la próxima semana.

Una «ley antiinflación» que podría provocar aumentos del entre el 30 al 50% en los precios de los supermercados, según Biero, quién señala a los políticos como “bomberos pirómanos” que por un lado “buscan soluciones en todos los sentidos” y por otro “votarán una ley proinflacionaria”. Se suma a la denuncia Dominique Schelcher, CEO de System U,  para quién el texto emite una “alerta roja”. 

Para Lidl, el texto apunta a proteger a las multinacionales en detrimento de las pequeñas empresas. “Esta ley está solo para defender a las multinacionales, no a las pymes, ni a las ETI»

«Lobby del infierno»

«Increíble, ¿los diputados ahora estarían a favor del aumento de precios?» denuncia Michel-Edouard Leclerc  en sus redes sociales. Y  va más allá, señalando directamente  a los diputados favorables al proyecto.  Un «lobby del infierno», los denomina, indicando que hay muchos «parlamentarios representantes de la industria».

Leclerc estima que su aplicación, reduciría el margen de maniobra en las negociaciones con los fabricantes, provocando subidas de precios  al consumidor final.  

Para el presidente del grupo líder de supermercados en Francia, se busca reducir el poder de los supermercados frente a sus proveedores, para que éstos puedan repercutir mejor sus incrementos de costes (energía, transporte, etc.) en plena inflación, provocando justamente lo contario, es probable que la ley aumente aún más los precios en los estantes. “Todas estas discusiones son anacrónicas, insiste Michel-Edouard Leclerc. No tienen justificación excepto en tiempos de deflación. Ahora no es el momento de impedir que la distribución negocie”.

Por su parte la  industria, reunida en  ILEC (Institut de Liaisons et d’études des Industries de Consommation),  acoge bien la propuesta. «Durante décadas, el equilibrio de poder ha sido favorable a los distribuidores en las negociaciones, explica Richard Panquiault, gerente de ILEC.  «Para garantizar el equilibrio, debe haber un trato justo. Y por lo tanto aprobar la ley»