Reflexión sobre Alimentaria

Si hay una Feria agradecida de visitar. Esa es, sin duda, la Alimentaria. El apretón de manos hasta la convulsión, la dicharachera charla y ese nuevo chiste en el repertorio, están siempre garantizados. No en vano estamos hablando de la gente del buen “comercio” y por supuesto del no menos bueno “bebercio”.

Aguerridos/as y valiosos/as profesionales donde los haya. Otrora conocidos como viajantes. A los que claramente se reconoce por algunos singulares rasgos físicos consecuencia de su incansable labor. Rostros azotados por brisas de mil cunetas, finger o anden. Maltrechas posaderas por largas horas de antesala al box de negociación y descompensada tensión arterial por tantos días de poder comer bien y otros muy muchos de más bien no poder comer. Este año sus ojos brillaban de un modo muy especial. Sabedores de que se han cumplido por fin esas eternas promesas. Desde la todopoderosa multinacional hasta el más humilde productor de la más remota aldea han hecho bien sus deberes. Por fin la manida “Innovación” se ha materializado en productos, ahora si, plenamente Innovadores. Mi más sincera enhorabuena.

Pero… Y aquellos que tienen la notable responsabilidad de presentar al consumidor final todo este denodado esfuerzo del fabricante. Respetados Retailers. ¿ Cual va a ser su aportación a esta nueva etapa que se abre?. Acaso pretenden implantar esos cuidados productos en sus decimonónicos anaqueles. ¿ Sin más ? Habrán podido apreciar, nunca ví tanto aforo, el sobresaliente trabajo mostrado en esta edición de Alimentaria por expositores y organización. A suman ustedes de una vez esa latente misión en la renovación del contexto en que se han de presentar los productos y… por favor… no mediante grandilocuentes palabras que ya solo provocan hastío y desencanto. No mi querido colega nórdico con residencia gala.

No es necesario reinventar nada. Se trata de recuperar todo aquello abandonado en aras de San Ebitda. Se trata de pasar a la acción recuperando: la profesionalidad de los mandos. La formación a los empleados. La fluidez en la relación con los fabricantes.

Y por supuesto el escenario en que toda esta liturgia del siglo XXI alcanza su máximo esplendor. Recuperando la dignidad de la tienda y así la ilusión de los clientes por ir a la compra.

Ojalá despierten a tiempo de esa suerte de usurero hechizo en que andan sumidos. Porque de otro modo su letargo va a ser sobresaltado por aquellos que creen tener mejor maniatados. Si. Los propios fabricantes, ante su inacción, van a abordar el papel de distribuidores. No hay de que sorprenderse. Tan solo hay que levantar la vista del ombligo para comprobar como en el Non Food es práctica ya habitual.

Léase Apple, Sony, Samsung, Nokia, Nike, Adidas como ejemplos más notables.

Y en Food no tienen más que visitar la Tienda Danone de la Diagonal o a esos apasionados artesanos catalanes, por origen u adopción, que exponen la excelencia de manera transparente delante de sus tahonas, laboratorios o talleres. Esos Cristo, en Valencia 246; Turris, en Aribau 158; Bubó, en Centre Pedralbes; Demasié, en Princesa 28 ; Xoco, en Petritxol 11; Happy Pills, en Carrer dels Arcs 6; Papabouble en Carrer Ample 28… etc…etc..etc. Que me disculpen los ausentes y mil gracias a mis colegas de Bcn por tan magnífica guía.

PD / Señores Retailers son indispensables en esta Industria y quiero ser optimista al confiar en su sobradamente demostrada capacidad de reacción. Más… Tic– Tac – Tic – Tac… El tiempo avanza inexorable… Ya pasó Alimentaría’10… ¿¿¿ Y ahora qué ???