El Observatorio de Innovación de Gran Consumo registra más casos en 2023

A los Premios del Instituto Cerdà se han presentado 350 proyectos, 50 más que en 2022.

La innovación continúa siendo una de las palancas de crecimiento de la cadena de Gran Consumo en España, que abarca desde el sector primario hasta la logística, la transformación y las distintas formas de comercio. 

Según los datos analizados por el Observatorio de Innovación en Gran Consumo (OIGC), impulsado por el Instituto Cerdà, la cadena ha demostrado en 2023 su capacidad para responder con iniciativas novedosas a los desafíos del contexto actual y a las demandas de los consumidores como muestran los 350 proyectos presentados y analizados por el organismo, 50 más que en 2022. 

Según los datos extraídos tras el análisis de estos proyectos, dos de cada cinco innovaciones identificadas corresponden a iniciativas localizadas en los procesos en todo el sector (43%), situándose por delante de las innovaciones en el producto (32%) y el servicio (25%). 

En cuanto a los retos que abordan, un 51% pone el foco en las necesidades y demandas de los consumidores; un 49% busca ser más eficiente; un 42% contribuye a una economía descarbonizada y circular; y un 19% tiene como objetivo reducir las desigualdades sociales y territoriales. 

Asimismo, en 2023 cada innovación se identifica de media con tres Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un dato que se ha triplicado con respecto a la primera edición. En su mayoría se centran en Salud y Bienestar (ODS 3), Producción y consumo responsables (ODS 12), Acción por el clima (ODS 13) y Alianzas para lograr los objetivos (ODS 17). 

De los 350 casos de innovación analizados, OIGC ya ha elegido 59, a partir de los cuales un comité de 16 expertos independientes seleccionará las 20 iniciativas más novedosas del año, que serán presentadas en febrero de 2024 en un acto en Madrid. En la última edición, el Observatorio destacó innovaciones como el proyecto de hábitos saludables para la infancia de Fundación Gasol, las cajas isotermas con sensores para controlar en tiempo real la cadena de frío de Correos, los supermercados sostenibles de Veritas, el Centro Biomarino de Pescanova o la aplicación interna llamada DPP que determina los costes de cada producto de Mercadona.