La importancia del branding dentro de la propia empresa

Los propios trabajadores deben sentirse identificados con la misión y visión de la empresa para poder transmitir ese mensaje.

El branding o gestión de marca es una parte muy importante dentro de la propia empresa. Al margen de que es un concepto que, habitualmente, se suele relacionar con grandes compañías, también en las pymes puede jugar un papel fundamental dentro de la estrategia de comunicación.

Pero… ¿qué es el branding? Es el trabajo que se realiza a nivel de imagen para dar a conocer a la marca y que, además, en la mente del consumidor se considere como positiva (incluso antes de que compren bienes o contraten servicios). Para ello, se deberán transmitir los valores de la misma, de manera que se puedan crear conexiones con el usuario. Incluso el EGM (Estudio General de Medios) estudia las propias marcas en función de la audiencia, hecho que refleja esta importancia.

¿Qué abarca la palabra “marca”?

Otra duda que puede surgir es la de, exactamente, ¿qué implica generar marca? ¿Es tan solo hacer un logotipo bonito? ¿Es hacer publicidad de forma masiva? Realmente este concepto abarca mucho más.

La parte visual es importante pero tan solo es un elemento de acompañamiento. Evidentemente, un logo que llame la atención y cuya elección de diseño y color sea acertada ayudará a la imagen de la empresa, pero no lo es todo.

Para empezar, hacer branding implica tener una serie de valores y ello es recomendable definirlo antes crear la compañía ya que, como se suele decir, no hay una segunda oportunidad de causar una primera impresión.

Estos valores son imprescindibles para poder hacer una comunicación eficaz y conectar con el usuario. ¿Mi empresa se identifica con el cuidado al medio ambiente? ¿Prefiere hablar con el cliente de manera cercana? ¿Quiere cambiar la manera de hacer las cosas en el sector? En definitiva, ¿qué es lo que quiere aportar y cuál será la forma de hacerlo?

Por lo tanto, estamos hablando de una estrategia de 360º que no solo abarca al departamento de marketing. Los propios trabajadores deben sentirse identificados con la misión y visión de la empresa para poder transmitir ese mensaje. El propio establecimiento también puede ser reflejo de ello, la manera de hablar con los consumidores, el mismo nombre para la compañía, la tipografía de la letra utilizada, los colores… 

En conclusión, se debe construir una identidad que sea fácilmente reconocible y demostrar que se posee dicha identidad. Si, por ejemplo, la entidad afirma sentirse comprometida con el respeto por el medio ambiente pero luego no utiliza materiales reciclados o emplea procesos dentro de su actividad que son muy dañinos, la labor de branding no se estará realizando correctamente.

Como verás a continuación, hay una serie de acciones que servirán para construir esa imagen de marca. Como ya se ha comentado, esto no está restringido a grandes empresas que destinen presupuestos considerables a propaganda. Incluso las pequeñas tiendas pueden realizar branding.

Acciones que pueden ayudar a hacer branding

  • Definir el logotipo y la tipografía de la letra: Fundamental. Seguramente esto sea lo primero que vean los posibles clientes, tanto si es a través de internet en la web o en redes como físicamente en el letrero del establecimiento. El hecho de poder contar con aquella parte visual que refleje cómo es la empresa será imprescindible. Por ejemplo, el uso de los colores dice mucho (azul transmite tranquilidad, el rojo es más agresivo…) ya que no se usará, por ejemplo, un color negro para una marca dedicada a realizar fiestas infantiles, o una fuente muy agresiva en un despacho de abogados. Este es una de las primeras decisiones a tomar y no debe realizarse a la ligera.
  • Crear contenido de utilidad: La idea es encontrar todas aquellas dudas, preguntas o consejos que puedan servir para que el consumidor tome mejores decisiones de compra e, incluso, que puedan ayudarle a saber si realmente necesita contratar un producto o servicio y realizar contenidos que le sean de verdadera utilidad. Lo ideal es poder ayudar al usuario, incluso aunque esta acción no finalice en una compra. De esta manera, se estará demostrando que la empresa busca algo más aparte de conseguir un beneficio económico.
  • Hacer regalos promocionales: Una manera muy barata y efectiva de poder llegar a más personas. Los obsequios de empresa pueden ser entregados a asistentes a un evento, a los clientes e, incluso, a los trabajadores (para ayudarles en el empeño de sus tareas, como parte de su uniforme si se usan camisetas o polos personalizables)… El hecho de poder ofrecer estos objetos con el logotipo impreso y que sean vistos por terceras personas aportará mucha publicidad. Pero lo más importante es la de hacer detalles que sean verdaderamente de valor para las personas, de manera que la compañía muestre preocupación por entregar algo más que un sencillo producto para hacer propaganda.
  • Acciones locales de mejora: Ayudar a la comunidad puede ser una forma de transmitir los valores de la empresa. En este caso, se puede realizar tanto de forma individual como con otros organismos (e, incluso, quizás el ayuntamiento esté dispuesto a participar). Por ejemplo, se pueden hacer iniciativas que ayuden a reactivar el comercio local, otras para mejorar la higiene y salubridad en las calles u ofrecer gratuitamente algún producto o servicio que pueda estar demandado en el municipio de manera temporal.
  • Comunicación en redes sociales: De nuevo, nos encontramos ante una forma de publicidad barata. La presencia en redes es prácticamente una obligatoriedad en los tiempos actuales. Pueden servir para informar sobre ofertas, promociones o concursos pero, también, para compartir una infografía, un tutorial o cualquier otro contenido que pueda resultar interesante para la audiencia. No solo se trata de poner un escaparate sino de aportar ese extra que pueda entretener e incluso ayudar a quien esté mirando las publicaciones.