El hogar para el consumidor, de refugio a agujero de ingresos

La inflación en los productos de consumo dentro del hogar ha cambiado la percepción del consumidor sobre su hogar.

La subida de precios de los productos para el consumo dentro del hogar ha trastocado la imagen que tenía el consumidor de su hogar, basado en el refugio a raíz de la pandemia de coronavirus. 

Es una de las tendencias destacadas por la consultora The Cocktail en su informe Trends Review 2024, en la que se señala que cada vez hay una mayor conciencia de que quedarse en casa supone gastar. De ahí que surjan estrategias claves que las marcas pueden activar para conectar con dicho momento en torno al hogar. 

Entre ellas, impulsar formatos que ayuden a controlar, gestionar mejor el uso y consumo que se realiza, herramientas y soluciones de control del gasto o recomendaciones para una buena gestión de los recursos. 

Por otro lado, se informa de que para el usuario, el ámbito digital ha pasado de ser un entorno de disfrute y descubrimiento a otro de cautividad gracias a la puesta en marcha de prácticas adictivas y un empobrecimiento de la experiencia de navegación condicionada a la entrega de datos, que ha derivado en una pérdida de espontaneidad, vinculación y deseo. 

Esto sumado a la mayor digitalización de la rutina origina un mayor apetito por parte del consumidor de disfrutar del espacio físico a través de experiencias más productivas, estimulantes y condensadas. 

Brecha generacional

Otra de las tendencias es la agudización de la brecha generacional. Según la consultora, las marcas, mediante la digitalización, están creando un modelo de relación asumible por los jóvenes, pero incómodo para las franjas de más edad que son las que cuentan con mayor poder adquisitivo. 

Una generación educada en la perspectiva del consumo como herramienta e indicador de éxito, que presentan más emociones positivas, menor ansiedad, menor saturación con los medios y un consumo de televisión más intenso. 

Deseo como nuevo factor para construir vínculo

Se destaca asimismo la recuperación del deseo como fórmula para crear vínculos entre empresas y consumidores. Según recuerdan en su informe, el deseo ha sido uno de los recursos empleados para crear dicho vínculo, pero la acumulación de crisis ha provocado que las enseñas hayan apostado por otras fórmulas como la gratificación inmediata, el foco en lo funcional o el beneficio directo. 

Aunque estas estrategias son relevantes a la hora de construir vínculo, generan sin embargo una relación más débil que la creada con el deseo. De ahí que animen a emplearla como fórmula para forjar la relación con el consumidor. “Eso sí, será un deseo distinto que el de la época dorada de la sociedad de consumo, con otros objetos de interés y otras herramientas para satisfacerlo. Aquellas marcas que logren identificar esas nuevas rutas hacia el deseo dispondrán de una poderosa herramienta de diferenciación”, explican.