Aguas y bebidas saludables. Así que pasen cinco años

Las tendencias mundiales hacia una alimentación más saludable son homogéneas. No así los recorridos. Los mercados más maduros mercados occidentales, en espera de la recuperación de la demanda, junto a los países emergentes, en los que casi todo está por hacer, ofrecen al sector de las bebidas sanas  un sin fin de oportunidades. 

Expectativas que parecen no acabar de llegar para la producción de aguas envasadas, refrescos y zumos. Tres sectores diferenciados, con estrategias y particularidades, que tienen en la concentración, internacionalización y en la sostenibilidad sus tres grandes retos.

AGUAS ENVASADAS, SABORES SANOS
Más consumo en casa que en horeca. Una tendencia que comenzó a somar en el principio de la recesión económica, muy homogénea en el conjunto sectorial de bebidas. Crece la compra para consumir en los hogares pero en cantidades menores. De hecho el consumo hoy, 52,4 litros por habotante y año, supone casi la mitad que el de 2011.

Cifras en el sector de aguas envasadas en descenso. Baja la producción (-2,5%), baja el consumo, baja el valor total de mercado, situándose en 1.050 millones de euros en 2013, un 3% inferior que el de un año antes, en el que el descenso significó un 2,3%. Ello a pesar de representar un sector con grandes expectativas de crecimiento en Europa, mayores aún en América y Asia, beneficiado por una tendencia mundial a la alimentación saludable.

España es el cuarto país de la UE en producción de agua envasada, detrás de Alemania, Italia y Francia, y tercero en consumo. Dividido en dos categorías (con gas y sin gas) ambas segmentadas en aguas sin sabor o saborizadas, del total producido, el 98% es agua sin gas, tanto sin sabor (99, 7%) como saborizada (0,3%).

Un mercado que a pesar de la presencia de grandes compañías, como Nestlé, Lanjarón o el Grupo Danone con Font Vella, está fuertemente atomizado. Hasta el 70% de los manantiales están gestionados por compañías con menos de 50 empleados. Un hecho que marca un futuro hacia la concentración como vehículo de futura capacidad para una mayor internacionalización. Mayor reto junto a la responsabilidad social y el compromiso con el desarrollo sostenible, enfocado en el caso de aguas en la reducción, y reciclado de envases, ahorro energético y de agua industria o la protección del entorno.