10 pasos para abrir una nueva empresa

Una de las alternativas más sencillas para comenzar una andadura empresarial es darse de alta como empresario autónomo, pero esto implica que, en caso de que los resultados de la actividad no sean positivos, el emprendedor tendrá que cubrir con su propio patrimonio las posibles deudas generadas.

Por eso, es preferible fundar y legalizar una sociedad mercantil. Una vez hecho esto, ya podremos abrir una cuenta bancaria para empresas y comenzar a funcionar limitando nuestras responsabilidades económicas.

Con una sociedad mercantil, esas posibles responsabilidades económicas quedan limitadas al capital social de la empresa, siempre que en la gestión de la misma no exista negligencia o dolo por parte de sus socios o administradores.

Conque, si eres un potencial emprendedor, has de saber que abrir una nueva empresa no es tan difícil: puedes hacerlo tú mismo, sin necesidad de recurrir a asesores o gestores especializados, siguiendo los diez pasos siguientes:

1. Escoge la forma jurídica

Descarta la fórmula de empresario autónomo y la de Comunidad de Bienes (C.B.), ya que en ambas el empresario o empresarios responden con la totalidad de su patrimonio. En este sentido, las dos formas jurídicas societarias más utilizadas en España son:

Sociedad Anónima (S.A.)

Para fundar y dar de alta una S.A., se precisa al menos de un socio. Si el socio es único, la denominación será S.A.U. (Sociedad Anónima Unipersonal).

El capital social mínimo exigido por ley es de 30 000 euros y los socios de una S.A. responden únicamente por el capital social de la empresa.

Sociedad Limitada (S.L.)

La fórmula es similar a la de la S.A. y solo se exige un capital mínimo de 3000 euros. Por este motivo, es la opción más utilizada por los nuevos emprendedores.

Igualmente, puede darse de alta una S.L. con un único socio, en cuyo caso la denominación será S.L.U. (Sociedad Anónima Unipersonal).

A título informativo y según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), algo más del 99 % de las nuevas sociedades mercantiles se constituyen bajo la forma jurídica de S.L.

2. Comprueba en el Registro Mercantil que la denominación social de la sociedad no está asignada a otra empresa

Mediante este trámite obligatorio, el RM certificará que no existe otra empresa con el mismo nombre que has elegido, u otro que sea muy similar o pueda llevar a la confusión.

Has de presentar tres propuestas de denominación social diferentes. El trámite puede hacerse presencialmente y online.

3. Elabora los estatutos de la sociedad junto con los demás socios (en caso de que los tengas)

Una vez verificado el nombre de la mercantil, es el momento de redactar Los estatutos sociales. Se trata del conjunto de normas por las que se gobernará la sociedad mercantil y han de incluir, como mínimo:

  • La denominación y el domicilio social de la misma
  • Cuáles serán el objeto social y las actividades de la empresa
  • A cuánto ascenderá el capital social de la empresa
  • La identificación de cada socio, así como el capital aportado por cada uno de ellos
  • Normas de gobierno y administración de la sociedad
  • Cuáles son los pactos o acuerdos establecidos por los socios
  • La identificación del administrador o administradores de la mercantil

Aunque lo anterior te parezca un poco farragoso, puedes descargarte de internet infinidad de modelos de estatutos societarios, todos ellos con validez legal y perfectamente redactados.

4. Acude a un notario para constituir la sociedad

A continuación, tú y tus socios tenéis que solicitar cita con un notario y comparecer ante el mismo con los estatutos societarios. El notario comprobará que los estatutos se ajustan a la ley y, tras su lectura, procederá a certificar que todos los socios firman los mismos.  Tras la firma, la sociedad queda legalmente constituida, pero aún no está habilitada para operar.

5. Solicita el NIF de tu empresa

Y es que para poder hacerlo, la sociedad ha de inscribirse en el Registro Mercantil. Pero para ello, es preciso obtener antes el Número de Identificación Fiscal (NIF).

Este trámite se realiza en la Agencia Tributaria. Te facilitarán un documento provisional con el nuevo NIF. El documento definitivo lo recibirás antes de que hayan transcurrido seis meses desde la solicitud.

6. Inscribe tu empresa en el Registro Mercantil

Una vez que dispones del NIF provisional, has de volver a acudir al Registro Mercantil para inscribir allí la nueva sociedad. Para ello, has de aportar copias de:

  • Las escrituras de constitución
  • El NIF de la empresa
  • Justificante de liquidación del ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales)

7. Registra los libros de la empresa

Una vez hecho esto, tienes que legalizar en el RM los siguientes libros oficiales:

  • Libro Diario
  • Libro de Inventarios
  • Libro de Cuentas Anuales
  • Libro de actas

Este es el único paso para el que es necesario disponer de ciertos conocimientos específicos. Si no es tu caso, te recomendamos que utilices para este paso los servicios de un asesor de empresas.

8. Tramita el alta de la empresa en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE)

Las empresas que facturan menos de 1 000 000 mensuales están exentas de liquidar ese impuesto, pero darse de alta es obligatorio. El trámite se realiza en la Agencia Tributaria.

9. Da de alta la empresa en la Seguridad Social

Tanto si tienes previsto contratar a trabajadores por cuenta ajena como si no, también es obligatorio que des de alta tu nueva empresa en la Tesorería de la SS.

10. Inscribe a los administradores y socios trabajadores como autónomos societarios

No todos los socios de una mercantil tienen que darse de alta en la SS como autónomos societarios. Pero es obligatorio que lo hagas si:

  • Eres el socio único
  • Eres uno de los socios administradores de la sociedad
  • Si además de socio, eres trabajador de la sociedad

Una vez hayas completado este último paso, estarás en condiciones de comenzar tu andadura empresarial, para lo que previamente has de:

  • Realizar un análisis concienzudo del mercado al que te vas a enfocar
  • Establecer un plan de empresa y un plan de marketing, fijando objetivos de crecimiento ambiciosos pero alcanzables
  • Crear una página web o una tienda online profesional
  • Seguir una estrategia SEO definida para posicionar bien tu web o e-commerce en los principales buscadores

Esto último resulta imprescindible, por muy buena que sea la página web o la tienda virtual de tu empresa. Recuerda que si tu plataforma online no aparece en los primeros puestos de búsqueda es como si no la tuvieras.

Y un consejo final muy importante: abre una cuenta bancaria exclusiva para la empresa y huye de realizar pagos y cobros utilizando tu cuenta personal.

A este respecto, todas las entidades financieras disponen de diversas modalidades de cuentas bancarias, especialmente diseñadas para empresas, cuyas condiciones son mucho más ventajosas que las de las cuentas bancarias personales.