Vender en Wallapop no es invisible para Hacienda. Claves de la normativa fiscal
Más del 90% de las transacciones en la plataforma se cierran por igual o menor valor a 2.000 euros, y menos del 1% de los usuarios supera los umbrales fijados por la DAC7.
Desde enero, la directiva europea DAC7 ha transformado el ecosistema fiscal de las plataformas digitales, exigiendo que informen a Hacienda sobre la actividad de sus usuarios. En plena campaña de la Renta 2024, esta nueva normativa ha generado confusión entre miles de particulares que venden artículos de segunda mano en plataformas como Wallapop.
Consciente de esta inquietud, Wallapop, en colaboración con la startup fiscal TaxDown, ha lanzado una campaña informativa para resolver las principales dudas sobre tributación en este ámbito. Aunque la normativa ha añadido una capa de control, desde TaxDown recuerdan que la forma de tributar no ha cambiado. Sólo se deben declarar las ventas que generen una ganancia patrimonial, es decir, cuando el precio de venta supere al de compra.
No obstante, Hacienda ha empezado a incluir automáticamente en los datos fiscales de los contribuyentes la información sobre ventas facilitada por las plataformas. En concreto, aquellos usuarios que hayan realizado más de 30 transacciones o superado los 2.000 euros en ingresos anuales deberán estar especialmente atentos.
Desde Wallapop aseguran que estas situaciones afectan a una minoría: más del 90% de las transacciones en la plataforma se cierran por igual o menor valor al de compra, y menos del 1% de los usuarios supera los umbrales fijados por la DAC7.
Pero hay un perfil de usuario para el que el escenario cambia radicalmente: el de los particulares que compran con intención de revender. En estos casos, se considera una actividad económica y se generan obligaciones fiscales específicas. «Estos usuarios deben registrarse mediante el modelo 036, declarar sus ingresos como rendimientos de actividades económicas, darse de alta como autónomos y emitir facturas», detalla Valeria Hernández, experta fiscal de TaxDown.
Además, estos profesionales pueden beneficiarse de deducciones fiscales ligadas a su actividad: gastos en envíos, publicidad, suscripciones como Wallapop PRO o suministros relacionados con su espacio de trabajo. También pueden deducirse el IVA de ciertos servicios o productos.
El mensaje es claro: quienes operan de forma habitual en el mercado de segunda mano deben informarse bien y, en muchos casos, recurrir a asesoramiento especializado. “Algunos usuarios profesionales no son conscientes de que están realizando una actividad económica. Un buen asesoramiento puede marcar la diferencia entre cumplir la normativa y recibir una sanción importante”, concluye Hernández.