Retail circular: reutilización, reciclaje y recompra como estrategias clave

Las compañías apuestan por la reutilización, el reciclaje y la recompra, al tiempo que avanzan en eficiencia energética y gestión de residuos.

La sostenibilidad ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una obligación. Consciente de esta realidad, el mundo retail se implica cada vez más en la economía circular con el objetivo de reducir la huella ecológica, el consumo de recursos y la generación de residuos. 

TEXTO ROCÍO HERNÁNDEZ

Un modelo de producción y consumo basado en tres estrategias fundamentales: reutilizar, reciclar y recomprar. Y que se complementa con la utilización de nuevas materias primas en la construcción, diseño y mantenimiento de tiendas retail, con la reducción de emisiones y la optimización de la eficiencia energética de las instalaciones.

La reutilización implica usar objetos o productos nuevamente para un mismo o diferente propósito. El reciclaje convierte materiales en nuevos productos.  Y la recompra (o reventa) permite a los consumidores adquirir productos de segunda mano, extendiendo su vida útil y reduciendo el desperdicio. Son algunas de las actuaciones cada vez más extendidas en el mundo retail. 

Grandes y pequeñas compañías de este sector han integrado esta filosofía en su modus operandi. El centro comercial H2O, situado en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid, anunció su compromiso con el medio ambiente con nuevas iniciativas sostenibles que mejoran tanto su operativa interna como la experiencia de sus visitantes. En este sentido, ha impulsado un ambicioso plan de reforma integral de sus instalaciones, con el objetivo de modernizarlas bajo un enfoque de sostenibilidad, basado en optimizar la eficiencia energética y mejorar la gestión de residuos.

Concretamente, el centro renovó su sistema de gestión de residuos para mejorar la eficiencia en los flujos y la correcta segregación, facilitando así el reciclaje. Entre las mejoras llevadas a cabo destacan la instalación de tres nuevas compactadoras y de una señalización en el pavimento que guía la separación adecuada de los residuos.

Asimismo, H2O acogió la iniciativa «Recicla y Gana», un sistema inteligente de reciclaje que premia a los usuarios por depositar correctamente residuos como aceite vegetal, aluminio, pequeños aparatos electrónicos y pilas recargables.

De igual forma, Sonae Sierra anunció hace algunas semanas los resultados de su estrategia ambiental en España, centrada en la mejora de la gestión de residuos, la eficiencia energética y el uso responsable del agua.  Una forma de actuar que se ha visto plasmada en el hecho de que los centros comerciales Área Sur, GranCasa, Luz del Tajo, Max Center, Plaza Mayor y Valle Real lograron reciclar el 80% de sus residuos.  Además, la eficiencia energética ha permitido reducir el consumo eléctrico en dichos centros comerciales un 33% en los últimos diez años.

CTT Express, filial española de paquetería urgente del Grupo ibérico CTT, anunció también que había alcanzado una gestión responsable de residuos equiparable al volumen generado por 34.000 hogares en un año. Concretamente, la compañía ha conseguido gestionar de forma eficiente el 96% de los residuos generados en 2024, garantizando su reutilización, reciclaje o recuperación a través de procesos certificados. Y anunció que el 73% de sus centros gestionan ya los residuos de manera óptima, lo que supone un avance del 25% respecto al año anterior.

Asimismo, CTT Express logró reacondicionar, durante el pasado año, más de 100.000 pallets en su centro de Coslada evitando así la tala de más de 3.000 árboles y contribuyendo a la reducción de emisiones derivadas de la fabricación de nuevos pallets. Y, en su apuesta por la economía circular, la compañía también ha gestionado más de 2.880 toneladas de cartón, transformándolas en nueva materia prima y cerrando el ciclo de vida de los materiales utilizados en sus operaciones.

Otro ejemplo de prácticas sostenibles nos lo ofrece el grupo empresarial agroalimentario bonÀrea, con la puesta en marcha de RetornA, un nuevo sistema de retorno y reutilización de bandejas para productos cárnicos que busca reducir el uso de plásticos y fomentar un modelo de consumo más sostenible. El primer producto incorporado a este sistema fue el filete de pollo, que se comercializa en una bandeja diseñada por bonÀrea con un film separador en la base. 

Tras retirar el film y consumir el alimento, el cliente puede devolver la bandeja sin lavarla en cualquier tienda bonÀrea, para que pueda ser sometida a un tratamiento que permita su reutilización.  Cada bandeja puede usarse hasta 50 veces sin perder sus garantías de seguridad y calidad.

Para fomentar la participación, bonÀrea estableció un incentivo económico: el consumidor abona 0,45 euros por la bandeja al comprar el producto y recibe 0,50 euros al devolverla, lo que permite además ofrecer precios más competitivos, al no repercutir el coste del envase desechable en el precio final del alimento.

El desarrollo del sistema ha requerido casi tres años de trabajo por parte de equipos técnicos y especialistas en logística, materiales y envasado. La bandeja, patentada por la compañía, incorpora un diseño específico con tecnología RFID y código QR que garantizan la trazabilidad en todo el proceso.

Con una inversión prevista de más de 10 millones de euros, bonÀrea estima que RetornA podría evitar el uso de 80.000 bandejas de un solo uso al año solo en Tarragona. 

RFID, tecnología para reducir las emisiones

Para facilitar a las empresas el cumplimiento de sus objetivos de sostenibilidad, Iderotech presentó recientemente RFID, una tecnología de identificación por radiofrecuencia cuyo objetivo es reducir las emisiones en todas las industrias. Su capacidad para ofrecer una visibilidad en tiempo real de la producción, automatizar procesos o mejorar la trazabilidad de los productos está generando un impacto positivo en sectores como la logística, el retail, la industria… y la gestión de residuos.

Estos son, según la compañía tecnológica, los principales beneficios de la herramienta:

  • Logística más eficiente gracias a la optimización de rutas

El seguimiento en tiempo real que ofrece el RFID permite a las empresas optimizar sus rutas de transporte, reduciendo así desplazamientos innecesarios. Por tanto, estas mejoras significan una disminución del consumo en combustible y se traduce en menores emisiones de gases de efecto invernadero.

Por ejemplo, DHL disminuyó un 25% los errores de recogida al implementar esta tecnología de identificación y el buque insignia de Inditex, Zara, mejoró la rotación de inventario también un 25% y redujo a la mitad las cifras de desabastecimiento.

  • Fabricación más inteligente

Con el RFID se puede obtener un control preciso de los inventarios, indiferentemente del producto que se fabrique. En las tiendas, se puede conocer cuáles son los más vendidos y los que menos éxito tienen. Esto permite a las empresas ajustar sus niveles de producción y distribución, evitando fabricar en exceso y que luego terminen desechándose. 

  • Garantizar la sostenibilidad en toda la cadena de suministro

El 71% de los consumidores están dispuestos a pagar más por productos de marcas que ofrecen total trazabilidad, según un estudio de IBM sobre transparencia en la cadena de suministro. Con el etiquetado RFID, las empresas pueden ofrecer esta transparencia y trazabilidad porque se puede observar cada paso del proveedor, desde cómo lo produce, de dónde provienen los recursos y qué prácticas se adoptan. De este modo, se puede comprobar el origen de las materias primas y garantizar el cumplimiento de estándares ambientales y sociales. 

  • Cumplimiento normativo y reducción de riesgos

Existen sectores más regulados, como farmacia, automoción o alimentación, en los que el control mediante RFID ayuda a cumplir con las normativas ambientales o sanitarias que exigen una verificación del origen y el destino de cada componente. Esto reduce el riesgo de sanciones, retiradas de producto y pérdida de reputación.

Indicadores de sostenibilidad

ASEDAS, la asociación representativa de los supermercados y mayoristas de alimentación, presentó también recientemente los indicadores de sostenibilidad de su sector, entre los que caben destacar los siguientes logros: los supermercados reducen al 0,45% el desperdicio alimentario;  la inversión en eficiencia energética se estabiliza y la huella de carbono registra una reducción del 16,63% respecto a 2019. Además, en lo que se refiere a la gestión de envases, la distribución alimentaria se acerca al objetivo del 25% en plástico reciclado.

Nueva normativa europea sobre packaging

La legislación que vela por el cuidado del medio ambiente es otro aspecto fundamental para conseguir un mundo más verde. La Unión Europea ha implementado a lo largo de los últimos años un conjunto de regulaciones para impulsar la sostenibilidad y la economía circular en el sector retail, con un enfoque en envases, emisiones, etiquetado y gestión de residuos. Esto incluye medidas para reducir el uso de envases innecesarios, promover la reutilización y el reciclaje, así como garantizar un etiquetado claro y armonizado para facilitar al consumidor la correcta separación de residuos.

Una de esas medidas más recientes es el Reglamento (UE) 2025/40, de 19 de diciembre de 2024, sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR), que modifica el Reglamento (UE) 2019/1020 y la Directiva (UE) 2019/904, y deroga la Directiva 94/62/ CE.

El Reglamento PPWR tiene como finalidad armonizar las medidas entre los distintos Estados miembros para minimizar el impacto ambiental de los envases y fomentar la transición hacia una economía circular. Se trata de una normativa que establece requisitos a lo largo de todo el ciclo de vida de los envases, con un enfoque en la sostenibilidad y el etiquetado medioambiental. Su objetivo es garantizar que todos los envases introducidos en el mercado sean reutilizables o reciclables para 2030, con metas más estrictas a partir de 2035 y 2040. 

Además, refuerza la responsabilidad ampliada del productor, promoviendo la prevención de residuos mediante la reducción de envases innecesarios, el fomento de la reutilización y recarga de envases, y la mejora de los sistemas de recogida, tratamiento y reciclaje de residuos de envases.

Su ámbito de aplicación abarca todos los envases, independientemente de su material, y todos los residuos de envases, sin importar su origen, ya sea industrial, manufacturero, comercial, minorista, de distribución, oficinas, servicios o doméstico.

El Reglamento establece objetivos concretos de contenido reciclado mínimo para envases de plástico: 30% para 2030 y 65% para 2040. También fija metas específicas de reducción de residuos plásticos: 10% para 2030, 15% para 2035 y 20% para 2040.

Resumen de obligaciones para la empresa

Este Reglamento debe aplicarse a todos los envases introducidos en el mercado de la Unión y a todos los residuos de envases. Las empresas sólo podrán introducir en el mercado los envases que cumplan estos requisitos:

  • Deberán haberse fabricado de un modo que minimice la presencia y concentración de sustancias preocupantes en el material de envase o en cualquiera de sus componentes. 
  • Todos los envases introducidos en el mercado serán reciclables.
  • Deberán ser diseñados y fabricados de manera que se minimice su volumen y peso.
  • Los envases estarán marcados con una etiqueta que contenga información sobre su composición de materiales, con el fin de facilitar la separación realizada por el consumidor y su reciclaje. 

Zara, entre las más influyentes en sostenibilidad

Zara, en calle Hermosilla (Madrid).

En este contexto, cabe reseñar el informe Brand Influence de Onclusive 2025, publicado a principios de junio, según el cual Zara se encuentra entre las empresas con más impacto en los medios de comunicación y redes sociales en materia de sostenibilidad en España, concretamente en la segunda posición, detrás de Telefónica. 

A nivel mundial, la marca española de moda ocupa el séptimo puesto de un ranking en el que dominan las empresas estadounidenses, con cinco compañías de este país en el Top 10, frente a dos alemanas, dos españolas (Telefónica y Zara) y una italiana. En concreto, Microsoft, Prada y Morgan Stanley ocupan los tres primeros puestos del podio.

De acuerdo con el citado informe, ciertas iniciativas de Zara, como el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente y la promoción de la moda circular, calan entre los consumidores concienciados con el medio ambiente en plena ola de críticas por el fast fashion.