Los supermercados recortan el desperdicio alimentario al 0,45%
El sector mejora en eficiencia energética, reciclaje y reducción de emisiones, según la tercera edición de indicadores de sostenibilidad de ASEDAS.
La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS) ha presentado la tercera edición de sus indicadores de sostenibilidad bajo el título ‘El cambio del supermercado hacia la economía circular’. El informe refleja los avances significativos en aspectos clave como la eficiencia energética, el uso de materiales reciclados y la reducción del desperdicio alimentario.
Uno de los datos más destacados es el descenso del índice de desperdicio alimentario, que se sitúa en el 0,45%, una mejora respecto al 0,6% registrado el año anterior. Esta cifra se calcula sobre una estimación de más de 15 millones de toneladas de alimentos distribuidos, lo que supone un incremento de dos millones de toneladas respecto a 2023.
Según María Martínez-Herrera, directora de sostenibilidad de ASEDAS, este avance se debe principalmente a la digitalización en el control del surtido y a mejoras logísticas, que han permitido gestionar con mayor eficacia los productos, incluso en un contexto de aumento de la oferta y condiciones climáticas adversas.
Menos desperdicio y más economía circular
En cuanto a la gestión de residuos, el informe señala que el 91,7% de los residuos generados —tanto orgánicos como inorgánicos— han sido valorizados, frente al 91% del año anterior. Este proceso incluye el reciclaje de materiales y el uso de residuos alimentarios para la producción de piensos o energía.
Respecto al uso de materiales reciclados, los envases domésticos contienen de media un 22% de material reciclado, con un objetivo de alcanzar el 25% en plástico. Algunas empresas ya reportan avances de entre el 17% y el 24% en este tipo de envases durante 2024. En los envases comerciales, la reutilización ha aumentado del 55% al 64%.
En el ámbito energético, la inversión en medidas de eficiencia representa un 4,89% del total en 2024, recuperando niveles previos tras el repunte del 29% registrado en 2023 por la crisis energética. Muchas empresas obtienen ya el 100% de su electricidad de fuentes renovables, especialmente solar.
Otro indicador relevante es la huella de carbono, que ha descendido un 16,6% respecto a 2019. No obstante, las emisiones de alcance 1 y 2 aumentaron un 3% respecto al año anterior debido al crecimiento del número de tiendas y de la superficie comercial. A pesar de ello, el impacto medio por establecimiento ha disminuido, lo que indica una mejora en la eficiencia de los nuevos locales.
Por último, el sector continúa modernizando sus flotas logísticas, con un 98% de vehículos con etiqueta medioambiental ECO o Cero, y ha instalado más de 4.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos en aparcamientos de supermercados. No obstante, la asociación alerta de la incertidumbre regulatoria que dificulta el desarrollo de estas iniciativas.