La joyería Suarez reabre su boutique insignia en Bilbao

La nueva boutique se define por su cuidado en la elección de materiales naturales y acabados artesanales.

La casa de joyería Suarez celebra un nuevo capítulo en su historia con la reapertura de su boutique insignia en Bilbao, ubicada en el emblemático Edificio Sota de la calle Gran Vía 43.

Inaugurado originalmente en 1985, el espacio ha sido completamente renovado para combinar la elegancia atemporal de la firma con una estética cálida y contemporánea, fiel al espíritu que ha definido a la marca durante casi ocho décadas.

El Edificio Sota, uno de los grandes símbolos arquitectónicos de la capital vizcaína, acoge ahora una reinterpretación que pone en valor su herencia histórica y su carácter icónico. La fachada rediseñada, con la icónica reja de Suarez integrada en arcos y vitrinas, establece un diálogo entre el interior y el exterior que refuerza la conexión con el entorno urbano.

La puerta de latón, obra del mismo artesano que colaboró en el Museo Guggenheim de Bilbao, marca el acceso a un espacio donde cada detalle se concibe como una joya: materiales nobles, precisión artesanal y una elegancia que trasciende el tiempo.

Además, sobresale una moqueta exclusiva diseñada por Bruno Moinard, que reinterpreta el anagrama de Suarez en un delicado tono beige, guía al visitante a través de los distintos ambientes. En la entrada, una vitrina revestida con la tapicería roja característica de la casa conduce al renovado córner de Patek Philippe, ampliado tras la reforma.

A su derecha, un luminoso espacio dedicado a Omega; a la izquierda, la zona de compromiso preside el conjunto con un imponente collier y tapicería en tonos amarillos y azules. Cada área mantiene la coherencia estética y la atmósfera íntima que distinguen a la casa.

Cuidado máximo por el detalle

La nueva boutique se define por su cuidado en la elección de materiales naturales y acabados artesanales. Los panelados en rafia natural, los tejidos Gold Abacá con hilo de oro y la piel Ritz de vaca aportan textura, luminosidad y calidez al conjunto.

Las vitrinas, en la paleta cromática de Moinard —rojos, verdes y blancos—, dialogan con un mobiliario artesanal diseñado en exclusiva para el espacio. Entre los elementos más emblemáticos que se conservan destaca la puerta original de la cámara acorazada, un guiño a la historia de la joyería y a su vínculo con la ciudad.

La reforma ha unificado niveles y rediseñado por completo la distribución, logrando una circulación fluida y natural. La luz se convierte en protagonista: resalta volúmenes, revela texturas y crea una experiencia envolvente, en la que cada elemento contribuye a construir un ambiente de armonía y sofisticación.

La reapertura de la boutique de Gran Vía 43 marca un nuevo capítulo en la historia de Suarez, que reafirma su conexión con Bilbao y su papel como referente del lujo atemporal en España. Más que una renovación estética, este espacio representa la evolución de la firma y su compromiso con una nueva visión del lujo contemporáneo, donde la experiencia, la artesanía y la emoción se encuentran en equilibrio.