El mercado interno de caramelos y chicles crece un 10,6% en Halloween

Los caramelos duros alcanzan una facturación superior a 180 millones de euros, un 24% más que en 2023, mientras que los caramelos blandos rondan los 500 millones.

La llegada de Halloween se ha convertido en un motor clave para la industria española de caramelos y chicles. Según el Informe del sector del dulce en España 2024, elaborado por Produlce, la categoría de caramelos y chicles ha alcanzado una producción de 1.478 millones de euros, con un crecimiento equilibrado en valor, volumen y exportaciones.

 Durante estas semanas, las empresas españolas refuerzan su oferta con productos y formatos inspirados en la festividad —calabazas, fantasmas, calaveras o dentaduras— que conectan especialmente con el público infantil y juvenil. “La evolución de caramelos y chicles refleja la capacidad de esta categoría para crecer de forma equilibrada, impulsar el consumo interno y reforzar su liderazgo en los mercados internacionales”, señala Rubén Moreno, secretario general de Produlce.

De la producción total, 684 millones de euros corresponden al mercado interno, que crece un 10,6% en valor y un 7,9% en volumen, mientras que las exportaciones ascienden a 794 millones de euros, un 54% del total. Este rendimiento sitúa a la categoría como la principal aportadora al superávit comercial del dulce, con un saldo positivo de 669 millones de euros.

En el comercio exterior, los caramelos blandos se consolidan como los grandes impulsores del crecimiento, aportando mayor valor añadido. Europa concentra ya el 66% de las ventas internacionales, con fuertes crecimientos en Portugal (+17,8%), Países Bajos (+10,6%), Reino Unido (+7,7%) y Francia (+7,4%).

El continente americano pierde peso —representa solo el 23% del total— debido al descenso de Estados Unidos (-4% en valor y -8,8% en volumen) y Canadá (-9,8% y -5,6%), aunque el mercado estadounidense sigue siendo el principal destino con 142 millones de euros facturados.

Importaciones al alza desde Bélgica y Turquía

En el lado de las importaciones, Bélgica y Turquía ganan protagonismo. Las compras procedentes de Bélgica aumentan un 28,8% en valor en dos años (118% respecto a 2022), y las de Turquía un 25,4% (58% desde 2022), reflejando la competitividad creciente de la industria turca. Por su parte, Alemania, Países Bajos y Francia se mantienen como los tres principales proveedores de caramelos y chicles para el mercado español.

El comportamiento del consumo muestra una clara preferencia por los caramelos, que impulsan el crecimiento de la categoría. Los caramelos duros alcanzan una facturación superior a 180 millones de euros, un 24% más que en 2023, mientras que los caramelos blandos rondan los 500 millones con un crecimiento del 13,5%.

En contraste, los chicles retroceden cerca del 13%, perdiendo 4,2 puntos de cuota y rompiendo la senda de recuperación observada en los últimos años. En cuanto a los canales de venta, por primera vez el canal alimentación (50,2%) supera al canal impulso, que pese a todo crece un 8% en facturación. Este cambio refleja un ajuste en los hábitos de compra, más que una pérdida de relevancia del canal tradicional.

El sector también destaca por su aportación social y laboral. El empleo ha crecido un 3,9% hasta alcanzar 5.742 trabajadores, con una estabilidad del 89% (solo el 11% con contrato temporal). Las mujeres representan el 56% de la plantilla y alcanzan una estabilidad del 98%, mientras que el empleo joven supone el 14%, con un 94% de contratos fijos.