El cacao y el chocolate facturaron 1.952 millones de euros en 2024

El informe de Produlce establece que cada español destina una media de 44,9 euros al año a su consumo. 

El consumo del cacao y chocolate creció en 2024  un 7,3% respecto al mismo período del año anterior. Este hecho dio paso a que la facturación de los productores nacionales se incrementara hasta alcanzar los 1,952 millones de euros, lo que se traduce en un 5,1% más.

Los datos del informe de Produlce esclarecen que las tabletas lideran las ventas con un 32,5% del valor. Le siguen por detrás el cacao soluble y a la taza con un 20,7%, los snacks con un 18,5%, los bombones con un 16,4% y las cremas de untar con un 11,9%.

Estos resultados reflejan que el sector del cacao y chocolate, que el 13 de septiembre celebra su Día Internacional, está en un buen momento en España debido a que cada español destina una media de 44,9 euros al año a su consumo. “[…] Las cifras de 2024 demuestran el esfuerzo de las compañías de la industria por adaptarse y seguir ofreciendo al consumidor productos de calidad y muy competitivos”, señaló Rubén Moreno, secretario general de Produlce.

Exportaciones en crecimiento

En el plano internacional, el cacao y chocolate se situó en 2024 como la segunda categoría exportadora del sector del dulce, con 643 millones de euros en ventas al exterior, un 11,6% más que en 2023. Esta cifra supone el 26,5% del total exportado por la industria del dulce (2.422 millones de euros), lo que coloca a la categoría inmediatamente detrás de caramelos y chicles, y por delante de galletas, pastelería y bollería, y turrones y mazapanes.

El mercado exterior muestra cambios relevantes en el top 3: aunque Francia continúa liderando con 128,5  millones de euros (+20,6%), su cuota relativa ha descendido, mientras que Portugal se consolida en segunda posición con 115,6 millones de euros (+27,3%), aumentando su participación del 14,7% al 18% en solo dos años. En tercera plaza aparece Alemania (40,3 millones de euros), que supera a un Reino Unido en retroceso (-21,5% en 2024).

Ambos forman, junto a Italia (36,9  millones de euros), un grupo de mercados intermedios que se sitúan a gran distancia de Francia y Portugal en términos absolutos. Más allá del top 3, las dinámicas son muy diversas. Países Bajos ha escalado con fuerza (+22,8% en 2024), consolidándose como séptimo destino y el más dinámico en los últimos dos años.

Italia también mantiene un crecimiento sostenido (+12,5%), mientras que Estados Unidos muestra un comportamiento más volátil: tras un 2023 excepcional (+80,9%), retrocede un -8,3% en 2024, aunque sigue siendo uno de los mercados con mayor expansión en el periodo 2022–2024. Por su parte, Marruecos avanza con crecimientos moderados pero equilibrados en valor y volumen, lo que refleja una consolidación estable en el país magrebí.

Por su parte, las importaciones de cacao y chocolate alcanzaron en 2024 los 823,8 millones de euros, un 22,2% más que en 2023, con una fuerte concentración en la Unión Europea (99,4% del total). Francia (176,7 millones de euros), Alemania (173,5  millones de euros) e Italia (142,6 millones de euros) lideran el suministro a España, y aunque los tres crecen de forma similar en el último año, Francia es el mercado con mejor comportamiento acumulado desde 2022 (+47%).

El empleo en España para este sector

Además, el sector del cacao y chocolate tiene un importante impacto en el empleo en España, con 5.742 empleos directos en 2024, lo que supone un incremento del 3,9% respecto al año anterior. Con esta cifra, la categoría se consolida como la segunda más empleadora del sector del dulce.

La estabilidad laboral sigue siendo una seña de identidad: el 89% de los contratos son fijos, dos puntos más que en 2023 y muy por encima de la media de la industria alimentaria. Esta solidez se refleja especialmente en colectivos clave: las mujeres representan el 56% del empleo, tres puntos más que el año anterior, y cuentan con un 98% de contratos estables; por su parte, los jóvenes (14% de la plantilla) alcanzan un 94% de estabilidad contractual.

Este perfil sitúa a la categoría como un motor de empleo de calidad, con capacidad de generar oportunidades sostenidas y con un peso creciente y mayoritario de la mujer en la estructura laboral del sector.