El consumo de pescado cae un 31,9% en los últimos diez años
Transformar la experiencia de compra, innovar en producto y adaptar los canales a un consumidor digital, claves para su recuperación.
El consumo de productos del mar en España vive uno de sus momentos más delicados. Entre 2014 y 2024, el volumen adquirido por los hogares se ha desplomado de 26,4 a 17,99 kg por persona, un 31,86% menos, con caídas especialmente pronunciadas en regiones tradicionalmente pesqueras como Galicia.
Este fue uno de los ejes centrales abordados en el II Fórum del Pescado y de Productos del Mar, organizado por TecnoSEAFOOD, que reunió el 3 de julio en Vigo a profesionales del sector, distribuidores, investigadores y responsables institucionales.
Durante la jornada, se puso de manifiesto que la recuperación del consumo pasa necesariamente por transformar la experiencia de compra, innovar en producto, avanzar en sostenibilidad y adaptar los canales a un consumidor más digital y exigente.
Las causas de este retroceso en el consumo son múltiples. Desde el cambio en los hábitos de vida —menos tiempo para cocinar, preferencia por ocio digital y el auge del consumo fuera del hogar— hasta la percepción de que el pescado es un alimento caro y difícil de preparar. La directora general de Fedepesca, Mª Luisa Álvarez, y Sofía Roca, coordinadora del área de Nuevos Alimentos de Azti, abordaron estas cuestiones destacando que el 51% de los consumidores considera elevado su precio y un 41% ha reducido su ingesta por este motivo.
También se evidenció un giro hacia la compra rápida, sin interacción, y en bandejas de libre servicio, en detrimento del mostrador tradicional, lo que plantea un reto para fidelizar al consumidor desde la pescadería.
La respuesta del sector pasa por reinventar el punto de venta. La pescadería gastronómica, que combina elaboraciones artesanales, degustaciones y experiencias sensoriales, gana terreno. La digitalización también se abre paso con iniciativas como La Pescadería Artesanal o acuerdos con plataformas como Uber Eats, que acercan el producto tradicional a nuevos perfiles de consumidores.
La innovación de producto incluye nuevos formatos listos para cocinar o consumir, como nuggets de pescado o salmón sin aditivos, diseñados para responder a las demandas actuales. Además, el consumidor reclama cada vez más productos sostenibles, trazables y con información clara sobre su origen, lo que refuerza la importancia de certificaciones y envases ecológicos.
María Martínez-Herrera, directora de sostenibilidad de ASEDAS, recordó que la distribución debe trabajar junto a la industria pesquera para mantener un suministro estable, precios competitivos y una experiencia de compra moderna y de confianza. “Productores y distribuidores deben innovar, comunicar y actuar de forma coordinada para reactivar el consumo”, subrayó.
Tecnología azul, IA y sostenibilidad: las grandes apuestas
Desde Anfaco-CYTMA, María José Chapela presentó la estrategia de Transformación Azul y digitalización, orientada al aprovechamiento de especies infrautilizadas, el residuo cero y el desarrollo de alimentos funcionales. Destacó el uso de tecnologías como visión artificial, espectrometría y cámaras hiperespectrales, así como fotobiorreactores para el cultivo de microalgas, que permiten avanzar hacia una industria más eficiente y sostenible.
Por su parte, Pablo Pita, investigador del CICA (Universidade da Coruña), compartió los avances del proyecto ChatMPA, que aplica Inteligencia Artificial en la gestión adaptativa de la Reserva Marina de Os Miñarzos (Galicia). A través de un enfoque de IA verde, combina datos ecológicos, socioeconómicos y de gobernanza para mejorar la sostenibilidad pesquera.
Entre las innovaciones presentadas destacó también el procesado por Altas Presiones (HPP), tecnología en frío que permite abrir crustáceos y bivalvos, y extender la vida útil del pescado, preservando su seguridad alimentaria sin recurrir al calor, como explicó Marta Onrubia (Hiperbaric).