Los consumidores ‘eco-activos’ alcanzan el 30% en España
Este grupo, el más comprometido con un estilo de vida sostenible, supera al 23% global.
La sostenibilidad sigue ganando influencia en las decisiones de compra en España. El 30% de los compradores se sitúa ya en la categoría de los eco-activos —los consumidores más comprometidos con un estilo de vida sostenible—, lo que supone dos puntos porcentuales más que en 2024 y por encima de la media global (23%).
Así lo recoge el informe de Worldpanel Who Cares, Who Does?, que sitúa a los eco-activos como un grupo con un peso económico relevante a escala global, con un valor de 28.800 millones de dólares en Gran Consumo.
El estudio apunta a una estabilidad entre los eco-considerados —quienes muestran preocupación por el medioambiente, aunque actúan en menor medida—, que se mantienen en el 41%. En el extremo opuesto, los consumidores con escaso o nulo interés por la sostenibilidad (eco-dismissers) caen ligeramente, del 30% en 2024 al 29%.
Entre las preocupaciones ambientales, el cambio climático aparece como la principal inquietud para el 14,4% de los encuestados en España cuando se les pregunta por las mayores amenazas para la humanidad.
Además, el informe refleja un aumento de la sensibilidad hacia otros problemas: un 32,3% afirma estar cada vez más preocupado por el impacto potencial de los microplásticos en su salud y un 45% se muestra molesto por la cantidad de plástico que termina en su cesta de la compra.
Pese al interés declarado por opciones más sostenibles, el precio continúa limitando el paso a la acción. Según el estudio, el 90,6% de los españoles aceptaría ciertas concesiones en el producto a cambio de envases más sostenibles, pero esa disposición se reduce cuando implica pagar más: solo un 6,7% está dispuesto a asumir un coste adicional.
Aún así, Worldpanel apunta que muchas familias sí contemplan alternativas como llevar su propio envase o asumir un pequeño depósito por envases rellenables, mientras que son menos las que aceptarían un sobreprecio directo.
Ante este escenario, la consultora recomienda a las marcas de Gran Consumo equilibrar coste, rendimiento y responsabilidad medioambiental si quieren atraer a más clientes. En el informe, también se destaca el papel del envase como señal rápida de sostenibilidad: los consumidores identifican materiales como el aluminio y el vidrio como reciclables sin necesidad de leer la etiqueta.
En cambio, las mejoras en la cadena de suministro tienden a ser menos visibles y, por tanto, menos recordadas en el momento de compra. “Las marcas deben encontrar la manera de integrar este mensaje en su narrativa”, señala el documento.
