Seis de cada 10 pymes aún no está preparada para la llegada de Verifactu

La mayoría de las pequeñas empresas y autónomos desconoce los requisitos técnicos que deberán cumplir sus sistemas de facturación a partir de 2026.

A menos de dos meses de la entrada en vigor de Verifactu, el nuevo sistema de control de facturación electrónica impulsado por la Agencia Tributaria, el 65% de las pymes españolas aún no está preparada para cumplir con la normativa, según el Barómetro Quipu sobre digitalización y cumplimiento fiscal 2025, elaborado a partir de datos agregados de más de 15.000 usuarios y una encuesta a 700 despachos colaboradores.

El informe revela que la mayoría de las pequeñas empresas y autónomos desconoce los requisitos técnicos que deberán cumplir sus sistemas de facturación a partir de 2026 y sigue utilizando herramientas no homologadas, como hojas de cálculo o programas que no generan los registros exigidos por la Agencia Tributaria.

Según explica Roger Dobaño, CEO de Quipu, Verifactu es, más que una actualización de software, un cambio estructural de cómo se registran, validan y conservan las facturas. “El problema”, dice, “es que muchas pymes aún no son conscientes de que deberán usar herramientas certificadas antes del 1 de enero de 2026 o el 1 de julio en el caso de los autónomos”. 

El Barómetro Quipu revela que la mayoría de las pymes que han iniciado el proceso de adaptación a Verifactu están cometiendo errores que podrían derivar en sanciones o incidencias con la Agencia Tributaria. Entre los fallos más habituales destacan el uso de programas que no generan registros inalterables de facturación, la falta de trazabilidad o control de modificaciones, y el desconocimiento de la obligación de conservar los registros, incluso cuando no se opte por enviar la información directamente a la AEAT mediante el modelo Verifactu.

Otro de los puntos críticos es la escasa coordinación entre las empresas y sus asesorías fiscales, lo que está generando confusión sobre qué pasos deben seguirse para cumplir la normativa correctamente. El 72% de los despachos consultados asegura que está teniendo que reeducar a sus clientes y explicarles los riesgos de no adaptar a tiempo sus sistemas de facturación.

“La factura dejará de ser un documento aislado y pasará a formar parte de un registro trazable que la Agencia Tributaria puede auditar en cualquier momento. No adaptar los sistemas a tiempo puede traducirse en bloqueos de facturación o en sanciones por incumplimiento”, advierte Dobaño. 

Aunque la normativa nace como una medida antifraude, Quipu advierte que también supone una oportunidad de modernización para las empresas y los despachos que den el paso de forma proactiva. Los datos de la plataforma reflejan que, entre las asesorías que ya han adoptado sistemas conformes, la automatización ha permitido reducir hasta un 60% el tiempo dedicado a tareas administrativas y mejorar la calidad de la información contable y fiscal.

El impacto de la digitalización también es medible a nivel macro. En 2024, España registró más de 557 millones de facturas electrónicas en el entorno B2B, un 21% más que el año anterior. Sin embargo, el 95% de las pequeñas asesorías y pymes aún utiliza Excel como herramienta principal, lo que limita su capacidad para adaptarse a la nueva regulación.