Leroy Merlin lanza la campaña ‘Había que aprovechar’ a precios únicos

La campaña, producida por The Production Club y gestionada por Hogarth, estará on air a partir del 30 de septiembre.

¿Qué tienen en común un coche recubierto de suelo vinílico, una fuente hecha con un mueble de baño o unos pantalones de palillería? Todas son ocurrencias aparentemente imposibles… pero reales en la nueva campaña de Leroy Merlin y Ogilvy, titulada ‘Había que aprovechar’.

Inspirada en la costumbre tan nuestra de no dejar pasar una buena oferta, la campaña transforma lo cotidiano en situaciones absurdas y divertidas, demostrando que, con los precios más bajos del año, la imaginación no tiene límites. “¿Y si un mueble de baño cuesta solo 139 euros? Pues igual acaba convertido en fuente en el jardín… porque sí: había que aprovechar”.

Humor para conectar con el cliente

La estrategia busca sorprender y acercar la marca al consumidor desde la complicidad: “En las últimas campañas ya veníamos utilizando el humor para conectar con nuestros clientes. Con ‘Había que aprovechar’ hemos querido subir el nivel, con spots ingeniosos que, además de mostrar nuestras ofertas y dar protagonismo al producto, consigan arrancar una sonrisa. Queremos que la experiencia con nuestra marca sea divertida y cercana”.

Por su parte, Ramiro Alda y Jorge Calvo, directores creativos de Ogilvy, destacan que el tono busca ser más delirante de lo habitual: “En la Gran Fiesta de la Casa hablamos de los precios más bajos del año. Queríamos llevar el humor un paso más allá, con una campaña inesperada y exagerada, porque cuando la ocasión es así de única, aprovecharla también significa divertirse a lo grande”.

La campaña, producida por The Production Club y gestionada por Hogarth, estará on air a partir del 30 de septiembre, coincidiendo con La Gran Fiesta de la Casa de Leroy Merlin, activa hasta el 20 de octubre en tiendas físicas y online. El despliegue será multicanal, con presencia en televisión, CTV, digital, redes sociales, exterior y radio (convencional y digital).

Con esta acción, Leroy Merlin consolida su apuesta por la creatividad humorística, esta vez con un enfoque más exagerado, casi surrealista, en sintonía con la magnitud de las ofertas. Así que si alguien se cruza con un grifo brotando en mitad del jardín, una fachada forrada de suelo o una chaqueta laminada sospechosamente brillante, que no pregunte demasiado: probablemente, había que aprovechar.