Los juegos de mesa: el resurgir de un clásico en la era de la tecnología punta

Aumentan sus ventas en los últimos tiempos, en contra de lo que se podría llegar a pensar, dada la fuerza del entorno digital actual.

¿Cuántas décadas hemos esperado la llegada de la realidad virtual a los videojuegos? Supuestamente, era el futuro. Y así lo imaginábamos ya en los años 90. Sin embargo, lejos de ser una auténtica revolución, parece que los entretenimientos más tradicionales son los que siguen triunfando en el mundo del ocio. 

Un buen ejemplo de ello son los juegos de mesa, que aunque no alcancen la repercusión mediática de otros videojuegos, estarían viviendo una segunda juventud. En gran medida, porque se han erigido como una alternativa muy interesante para las reuniones sociales de un segmento de edad entre los 25 y los 40 años.

Un juego de mesa es una perfecta excusa para reunirse o para aprovechar un domingo por la tarde o una jornada lluviosa, acompañada de una cena informal y mucha diversión. Así lo demuestran algunas cifras: en 2023 las ventas de estos productos tuvieron un notable incremento de un 7% en España, respecto del volumen de negocio de 140 millones del año anterior.  

Coincidiendo con el décimo aniversario de uno de los títulos más exitosos de los últimos tiempos, Virus!, se suceden las noticias de cómo este nicho de mercado, más que decaer por la presencia de nuevas propuestas digitales, está resurgiendo y, además, consigue un público mucho más diverso (hasta un 51% de jugadoras femeninas en todo el mundo). 

No es extraño, por tanto, que se acumulen los lanzamientos de nuevos productos por parte de compañías de primer nivel. El último de ellos, hace pocas semanas, de Dragon Ball Super, con la firma oficial de la marca. Pero, también, hemos visto otros ejemplos, como el icónico Pictionary; esta vez, modernizado mediante la IA (para ser más exactos, en una versión en la que hay que enfrentarse a la IA).    

En el fondo, tiene lógica que estos juegos míticos saquen partido de la tecnología para actualizarse y dar nuevas opciones a los usuarios. Lo hemos podido observar, precisamente, en otros juegos de mesa tradicionales, al dar el salto al entorno digital a través del iGaming. En el catálogo de Betway casino para los entretenimientos clásicos se utilizan las últimas herramientas a nivel gráfico, de animaciones, etc.  

También estamos viendo, en los últimos tiempos, algunos movimientos empresariales para adaptarse a este escenario optimista de ventas. Por ejemplo, la editorial española Devir, responsable del famoso título de mesa Catán, adquirió recientemente a Maldito Games. Con este movimiento, espera llegar a los 20 millones de facturación anual (recordemos que Catán es un éxito internacional) y atesorar más de 600 productos en su catálogo. 

Esta breve radiografía que hemos realizado hasta ahora explica, al menos de forma sucinta, que estamos ante un fenómeno que, en lugar de decaer, como podrían esperar algunos, se encuentra en pleno auge. Eso sí, conocer las razones exactas ya es algo más complejo. En realidad, más bien parece deberse a un cúmulo de factores. 

En los últimos años, el ocio nocturno podría haber sufrido un cambio de tendencia, favoreciendo las reuniones privadas de amigos, en lugar de las aglomeraciones en locales musicales. Este es un punto que hace más factibles las partidas a los juegos de mesa, como alternativa a otras opciones propias de décadas anteriores.

Por otra parte, la oferta de estos juegos y su promoción ha aumentado enormemente; así como la presencia de algunas tiendas especializadas, que añaden un asesoramiento para los que no conocían o habían pasado de puntillas por este tipo de entretenimientos. Además, es habitual que no sólo el anfitrión los adquiera, sino que también otros participantes aporten sus propios títulos. 

Otro factor que influye positivamente es la visión que se tiene de estos juegos, respecto de la interacción social y la capacidad para trabajar habilidades como la estrategia, la atención, el trabajo en equipo o la creatividad, entre otras. Desde los grandes clásicos, como el parchís o el UNO, hasta opciones más modernas, como Azul Duel o Exploding Kittens, todos requieren cierto nivel de desafío.

Y, muy probablemente, existirán otras tantas razones que se nos escapan. Pero la idea principal es que este género está más de moda que nunca. Y, más que luchar contra la última tecnología, aparece complementarse con ella o establecerse como una interesante alternativa. Quedan juegos de mesa para rato.