Los centros comerciales catalanes denuncian las restricciones al sector

Los centros comerciales seguirán cerrados hasta el 7 diciembre, cuando podrán abrir con una limitación del 30% en el aforo.

El lunes 23 de noviembre empieza la desescalada en Cataluña, correspondiente a la segunda ola del COVID-19 en la comunidad autonóma. En este periodo, los centros comerciales siguen en la lista negra, hasta el 7 de diciembre, cuando podrán abrir sus puertas, con limitación del 30% del aforo.

La Generalitat avanzó esta medida el pasado 20 de noviembre, indicando que los centros comerciales y las tiendas que no sean de alimentación de más de 800 metros cuadrados deberían cerrar sus puertas ese día, mientras que aquellos que puedan abrir, porque tienen 800 m2 o menos, deberán limitar el aforo a un 30% de su capacidad.

Esta medida no se aplica a los establecimientos de los centros comerciales que tengan acceso directo a la calle ni a los que se dedican a servicios básicos, como farmacias, ópticas, veterinaria, alimentación y bebidas, jardinería y concesionarios, siempre que respeten la limitación.

Protestas en L’Illa Diagonal y Espai Gironès

Ante este panorama, y de cara al periodo de Black Friday, los comerciantes catalanes Benito García, de Benito sports; Aina Rubí, de las joyerías Rubí y presidenta de los comerciantes de L’Illa Diagonal; Jordi Casas, de Casas Sabater; y Javier Cottet, de ópticas Cottet, ha denunciado estas medidas, que han calificado de “dramáticas”.

Jordi Casas ha recordado que “deben pagar la mitad de la renta del alquiler, más los gatos que el centro no les descuenta, así como la luz y el agua, y todo el género” para la temporada de Navidad y del ‘viernes negro’ (29 noviembre), mientras que en otras zonas de España todos los complejos están abiertos, según declaraciones al diario elPeriódico.

Espai Gironès.

Decenas de empleados y directivos de las tiendas de este centro comercial L’Illa Diagonal se han concentrado delante de sus establecimientos, el pasado 20 de noviembre, exigiendo la reapertura inmediata. Las protestas también llegan a los comercios ubicados en el complejo Espai Gironès, en Girona, que han denunciado la delicada situación en la que se encuentran muchos autónomos y empleados después de estar cerrados cerca de cuatro meses.

La Asociación Española de Centros y Parques Comerciales recuerda que en Cataluña hay 3.700 locales en centros comerciales, de los cuales más de 3.000 han cerrado sus puertas, y de éstos el 85% son pequeño comercio, de menos de 300 metros cuadrados.

Estos locales emplean a más de más de 70.000 trabajadores entre directos e indirectos, repartidos en un total de 49 centros comerciales en Cataluña. Además, las medidas anunciadas generan una gran inseguridad a los ciudadanos que seguirán realizando sus compras online, afectado al comercio de proximidad