3G Capital compra Skechers por 9.420 millones en plena tormenta arancelaria

Skechers deja de cotizar en Bolsa tras 26 años y se convierte en la mayor operación de compra dentro del sector del calzado.

Skechers pasará a ser una empresa privada. El gigante estadounidense del calzado ha anunciado su adquisición por parte de la firma de inversión 3G Capital en una operación valorada en 9.420 millones de dólares, la mayor realizada hasta la fecha en el sector.

El acuerdo pone fin a más de dos décadas de cotización en la Bolsa de Nueva York y marca el inicio de una nueva etapa para una marca que ha cimentado su crecimiento global sobre la fórmula de confort, diseño y precio asequible.

La operación contempla el pago de 63 dólares por acción en efectivo, lo que supone una prima del 30% respecto a la media ponderada de los últimos 15 días de cotización. Alternativamente, los accionistas podrán optar por una combinación de 57 dólares en efectivo y una unidad de participación (LLC Unit) en una nueva compañía privada que actuará como matriz de Skechers, aunque este tipo de opción está limitado al 20% del capital total y con restricciones estrictas de liquidez.

La decisión llega en un momento complejo para la compañía, que este año ha sufrido una caída bursátil cercana al 30% tras retirar su previsión anual de resultados y advertir del impacto de los elevados aranceles estadounidenses sobre productos importados desde China, país clave en su cadena de suministro.

Para algunos analistas, como Tom Nikic, de Needham, la operación es “muy sorprendente” dado el carácter familiar de la empresa, con los Greenberg todavía al frente. No obstante, considera que el clima económico actual, marcado por las tensiones entre China y EE. UU., el debilitamiento del consumo y los altos costes logísticos, podría haber acelerado el acuerdo, que se ha cerrado de forma bilateral.

Robert Greenberg seguirá siendo CEO

Fundada en California en 1992 y con presencia en más de 120 países, Skechers es hoy la tercera mayor empresa de calzado del mundo y una de las pocas compañías del sector dirigidas todavía por su fundador. Robert Greenberg, de 85 años, seguirá al frente como CEO junto a su equipo directivo habitual (presidente Michael Greenberg y el director de operaciones David Weinberg), en una transición que mantendrá la sede central en Manhattan Beach.

“Tras tres décadas de crecimiento, creemos que este nuevo capítulo con 3G Capital apoyará nuestra estrategia de expansión, innovación y servicio al consumidor”, ha declarado Greenberg. La compañía, conocida como The Comfort Technology Company, genera unos ingresos anuales cercanos a los 9.000 millones de dólares y opera más de 5.000 tiendas a nivel global, con un modelo de negocio orientado tanto al canal mayorista como al directo al consumidor.

Por su parte, los socios de 3G Capital, Alex Behring y Daniel Schwartz, han elogiado la trayectoria de la marca y se han mostrado “entusiasmados” por asociarse con una firma “icónica, impulsada por su fundador y con una sólida cultura de innovación”.

La operación ha sido aprobada por el consejo de administración de Skechers, incluidos los miembros independientes, y cuenta con el respaldo de accionistas que representan el 60% del poder de voto. Se espera que la transacción se cierre en el tercer trimestre de 2025, una vez obtenidas las autorizaciones regulatorias pertinentes. La financiación correrá a cargo de 3G Capital junto con deuda aportada por JPMorgan Chase.

Skechers se dio a conocer con su modelo «Chrome Dome», orientado al público masculino y urbano. Hoy en día, es una marca reconocida por su propuesta de zapatillas cómodas y accesibles, con precios que oscilan entre los 75 y los 150 dólares. La firma cuenta con cerca de 5.000 tiendas en más de 120 países y ha logrado mantener su relevancia frente a gigantes como Nike o Adidas gracias a su estrategia de expansión global, su enfoque en el valor y colaboraciones con celebridades como Britney Spears o Kim Kardashian.

3G Capital, el fondo liderado por el magnate brasileño Jorge Paulo Lemann, es conocido por sus inversiones en grandes compañías del sector alimentario y de bebidas, como Kraft Heinz.