La digitalización retrocede en la mediana y gran empresa

La digitalización en la empresa mediana y grande se ralentiza a causa de un presupuesto más ajustado
La digitalización en la empresa mediana y grande se ralentiza a causa de un presupuesto más ajustado

La digitalización en la mediana y gran empresa se ralentiza. Las compañías españolas con un tamaño de entre 200 y 500 empleados han frenado las medidas emprendidas para la digitalización de sus espacios de trabajo. La principal causa, un presupuesto más ajustado en comparación con 2018. 

Son datos del último informe ‘Smarter Workspaces: Experience the Digital’, elaborado por la compañía de hardware Kyocera, después de haber analizado la digitalización de los espacios de trabajo de grandes y medianas compañías. 

El informe señala que de aquellas compañías con un tamaño de entre 200 y 500 empleados, un 55% de ellas cuenta con espacios de trabajo digitalizados. Un 2,2% menos de empresas que en 2018. Un porcentaje que contrasta con aquellas de mayor tamaño. Un 59,5% frente al 54% del año anterior. 

Por sectores, Sanidad y Farma y Distribución, Logística y Retail se alzan con el mayor número de firmas con espacios de trabajo digitalizados. Un 68% y un 63%, respectivamente. 

De acuerdo con Raquel Pinillos, directora de ventas corporativas de la compañía, “dado su tamaño y peso económico se tiende a pensar que se sitúan a la vanguardia de los procesos de transformación digital. Sin embargo, como se observa, están lejos del crecimiento experimentado por sus hermanas mayores”. Pinillos recomienda avanzar en la hoja de ruta digital, evolucionando hacia la eficiencia y desarrollando nuevos modelos de negocio. 

Para analizar el desempeño en la adopción de espacios inteligentes de trabajo de estas compañías, el estudio ha abordado la inversión que éstas realizan en tecnología; la experiencia generada en el ‘back office’; el valor dado a las iniciativas de transformación digital; el éxito de los proyectos llevados a cabo; y su capacidad para alcanzar los objetivos. 

Entre las razones que explicarían este descenso, destacan una inversión tecnológica más ajustada y una medición de la experiencia digital en el ‘back office’ inferior a las de mayor tamaño.