José Luis Bonet en el Foro IPMark. Freixenet, el decálogo de un éxito centenario

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José Luis Bonet fue el orador invitado del Foro IPMARK, que se celebró el 20 de enero en Madrid. El presidente de Freixenet compartió con los asistentes la historia centenaria  de su compañía, una trayectoria  plagada de anécdotas, con un particular “decálogo del éxito”, que tiene en la internacionalización una de sus bazas fundamentales.

El éxito de la empresa se refleja en su  evolución. En los últimos cincuenta años, ha pasado de vender un millón de botellas y facturar el equivalente a 300.000 euros, a vender 175 millones de botellas y facturar 500 millones de euros. Hoy, Freixenet es un grupo internacional formado por 70 empresas —entre las cuales hay 21 bodegas que producen no solo cava, sino también champán y vino tranquilo de calidad— que, sin embargo, no ha perdido su carácter familiar. A pesar del tamaño y de la trascendencia alcanzados,se sigue sintiendo “una pyme en el mundo” o una “multinacional de bolsillo”, tal y como explicó Bonet.

Pero ¿qué es lo que ha pasado en los últimos cincuenta años para que Freixenet se haya convertido en el líder mundial del cava de calidad producido con el método champenoise? A finales de los años cincuenta, y tras numerosas vicisitudes, se había situado en el segundo puesto del mercado, a bastante distancia del líder. “La compañía había salido a flote pero le faltaba empuje comercial”, señaló Bonet. La colocación de José Ferrer Sala al frente de la compañía y las mejoras de la economía impulsaron el crecimiento su crecimiento, pasando de vender 100 millones de botellas de vino espumoso en 1950 a 1.700 millones diez años después. En esta progresión ascendente fueron determinantes dos productos: Carta Nevada y Cordón Negro. Con el primero se sentaron las bases del éxito nacional —“antes de triunfar fuera había que hacerlo en España”, afirmo Bonet— y con el segundo se pavimentó el camino de la internacionalización. Tanto en un caso como en otro, la publicidad desempeñó un papel crucial y, por encima de todo, las famosas burbujas, cuya popularidad es tan grande que ya no se pueden cambiar. “Lo intentamos en 2007, de la mano de Martín Scorsese, que hizo un trabajo magnífico, pero no fue posible”.

Desde su nombramiento en 1966 como director comercial de Freixenet y, después en diferentes cargos directivos, hasta llegar a la presidencia del grupo, en 1999, Bonet ha participado directamente en el de crecimiento de la compañía dentro y fuera de España. A esta experiencia recurrió para formular el decálogo del éxito de Freixenet que compartió con la audiencia del Foro IPMARK.

    1. Cohesión familiar.

  1. Calidad.
  1. Competitividad.

    4.  Ambición.

  1. Innovación.
  1. Internacionalización.
  1. Determinación y esfuerzo.
  1. Fortaleza y coraje.

     9. Sabiduría en el desempeño.

     10.  Pasión.