Espirituosas, retrocesos 2011: 8% en volumen y 14% en consumo

El sector de bebidas espirituosas prolongó su curva de descenso en 2011. Un año cerrado en negativo, con una caída del 8% en volumen y del 14% en el consumo. La recaudación por impuestos especiales aplicables a esta categoría también se mantuvo a la baja, decreciendo un 4,7%.El desplome del sector se une al acumulado desde 2003, con una caída estructura que oscila entre l 1% y el 2% anual y que se agravó con el comienzo de la crisis, cuando el consumo cayó más de un 11% de media entre 2008 y 2009.

La moderada caída del 2010 no ha servido para paliar los efectos sobre una industria compuesta en un 80% por pequeñas y medianas empresas familiares y de la que dependen 330.000 puestos de trabajo, directos e indirectos. Desde el inicio de la crisis, el sector de bebidas acumula ya una caída del 29%.

Son datos de FEBE, Federación Española de Bebidas Espirituosas, que como cifra positiva apunta que casi la mitad del volumen comercializado en España es de producción nacional (48,8%).

Las ventas han bajado, sobre todo en el canal horeca, que supone el 77% del total, mientras que la distribución representa el 23% restante. En 2001 se consumieron 170 millones de litros de espirituosas en nuestro país, caracterizado por su inclinación al whisky (31,7%). Una categoría, que supera con creces a las dos que cuentan con mayor demanda, como ron oscuro (17,35%) y gin (14,17%). Las tres se sitúan por delante del brandy o el orujo (9,92%).

Por lo que respecta a la recaudación de impuestos especiales, el total ascendió a 772 millones de euros, casi un 5% menos que en 2010. En la actualidad, el consumo de bebidas espirituosas representa el 27,3% del total de bebidas con contenido alcohólico y sin embargo recauda más de 73,18% del total de impuestos especiales aplicables al alcohol (1.068 millones de euros).

Para, Bosco Torremocha, director ejecutivo de FEBE, “las empresas de bebidas espirituosas están sometidas ya a una elevada carga fiscal. Una situación claramente discriminatoria con respecto a otros sectores de bebidas con alcohol”.

Además, el sector está convencido de que una hipotética subida de los impuestos especiales no sólo incidirá negativamente en el consumo, agravando la delicada situación de la industria de espirituosos, sino que aceleraría la tendencia recaudatoria negativa de los últimos años. “Sería un golpe definitivo para muchas empresas del sector, principalmente pequeñas y medianas empresas familiares muy golpeadas por la crisis y que, en muchos caso, se verán obligadas a cerrar con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo”, ha matizado Torremocha.